COMUNICANDO TU JEFE
LINEAMIENTOS PARA UNA BUENA RELACIÓN
CASI TODOS TENEMOS UN JEFE
Pero "gestionar hacia arriba" es algo que tiene un poco de mala fama, y con frecuencia se confunde con estar lamiendo las botas del jefe. En realidad, no es lo mismo ser un servil "YES MAN" que busca ganar puntos, que una persona con criterio propio y buen juicio para ayudar lo mejor que puede a su jefe.
En una relación de veracidad y confianza mutua, se espera que toda persona pueda hablar como un igual con su jefe. Por supuesto, existen límites y reglas de cómo trabajar juntos, y de las bases en las que debe ocurrir el diálogo. Las reuniones "Uno a Uno" (ver más detalles aquí: El Gerente Efectivo), son idóneas para retroalimentar, rendir cuentas, y sobre todo, construir confianza entre el jefe y su directo.
Es de esperar que el jefe lo llame para esclarecer estas cosas, así como definir los límites que van a valer en la relación entre ambos. Si es así, excelente. Pero muchas veces el jefe no lo hace (puede ser un jefe inexperto o nuevo en el puesto). Si el jefe no toma la iniciativa, los lineamientos siguientes le pueden ayudar a resolver esto.
LINEAMIENTOS PARA COMUNICAR CON EL JEFE
El subordinado debe hacer saber al jefe que le gustaría precisar bien la relación entre ellos para que sea más productiva, veraz, y que conduzca a crear una relación de confianza entre ambos. Explicar que le interesa hablar sobre los puntos que aparecen a continuación, y también escuchar con gusto lo que el jefe tenga a bien decir al respecto. Una vez logrado este permiso, concertar una reunión Uno a Uno para hablar sobre los puntos que siguen.
El subordinado prepara un listado de las cosas que cree que su jefe espera de él o ella en términos de: Resultados, Comportamientos, y Aprendizajes. Dicho listado lo discute con su jefe. ¿Está de acuerdo el jefe? Una vez logrado el acuerdo, esas expectativas - que pueden cambiar según las necesidades y el tiempo- son la base principal para la rendición de cuentas y la evaluación del desempeño.
El subordinado quiere entender cómo trabaja su jefe, cómo quiere recibir retroalimentación, qué valora, qué asuntos se le deben elevar, a qué nivel de detalle se quiere involucrar, qué se le debe consultar o informar (ver, para más detalle nuestra entrada respecto a la Matriz RACI). Es conveniente acordar la regla de "sin sorpresas": nada molesta más a un jefe que tenga que dar explicaciones por algo que no sabe que está ocurriendo. (Sobre esto, hay una entrada en planes de publicación).
Como complemento al punto 2 de arriba, precisar con el jefe cómo y cuándo rendir cuentas, y la forma de evaluación del desempeño. Con esto claro, o hay sorpresas a la hora de calificar.