NO ES DIFÍCIL MEJORAR Y MANTENER LA CULTURA
LO DIFÍCIL ES LA CONSISTENCIA Y LA PACIENCIA QUE SE REQUIERE
Toda institución va, con el tiempo, desarrollando una cultura propia. A menos que se trabaje intencionalmente para crear la cultura que se necesita para lograr los propósitos de la institución, no hay garantía alguna que la cultura imperante sea la cultura necesaria.
Todo equipo gerencial puede emprender un viaje de creación de la cultura necesaria siguiendo la lógica que se explica a continuación.
MEJORANDO LA CULTURA ACTUAL
- Mejorar en base a principios, no sólo a mejores prácticas
- Construir la cultura necesaria, no cualquier cultura.
- Identificar cuáles son los valores que compartimos
- Definir claramente nuestra misión y visión
- Poner los valores en acción vía normas de conducta.
- Fomentar la humildad y la apertura
- Preguntar con humildad y apertura por qué somos como somos.
- Enfrentar el desafío con mentalidad de crecimiento, no fija.
- Pasar del "decir" al "preguntar" en las relaciones interpersonales.
- Hablar abierta y frecuentemente sobre la cultura actual y la deseada.
- Quitar y reemplazar
- Poner a las personas correctas en los puestos correctos.
- Buscar políticas, procedimientos, y normas que obstaculizan y cambiarlos.
- Alinear alrededor de la Visión, los Valores y la Estrategia. Foco en eso.
- Dejar ir a las personas que no comparten los valores, visión y estrategia.
MANTENIENDO LA CULTURA NECESARIA
- Usar los valores en las actividades regulares
- Los valores son las reglas del juego, así nos comportamos. No significan nada si no se manifiestan en el trabajo cotidiano de todos.
- Realizar reuniones Uno a Uno entre directivos y directos (ver aquí)
- Realizar reuniones semanales en todas las unidades de trabajo.
- Reclutar personas que ajustan a la cultura y entrenarlas al respecto.
- Reforzar la misión, la visión, y los valores de todas las formas posibles.
- Trabajar seriamente el desarrollo del capital humano
- Reclutamiento
- Entrenamiento y desarrollo
- Evaluación del desempeño
- Compensación
- Coordinación y comunicación
- Clima laboral
- Alimentar constantemente la cultura deseada
- Celebrar las victorias.
- Cuidar y atender los detalles.
- Crear un ambiente de veracidad y apertura
- Acostumbrarse a preguntar en lugar de a decir.
- Enfocar tanto a las tareas como a las relaciones.
LO DIFÍCIL DE TODO LO ANTERIOR
- Falta de constancia en el propósito
- En muchas empresas ni siquiera se habla de "cultura" y mucho menos de cómo mejorarla.
- Los directivos suelen entender la cultura como un "programa de cambio" y no como un viaje interminable y apasionado.
- No hay claridad de propósitos, ni una constancia hacia los mismos. La misión, la visión, y los valores o no se definen o no se toman en serio.
- Los directivos no modelan la conducta deseada en todas su actuaciones.
- Desconocimiento de cómo dirigir personas
- No existe interés es conocer el arte y la ciencia de dirigir personas.
- Las actuaciones en relación con las personas se han establecido a base de prueba y error, sin los conocimientos necesarios.
- Hay más preocupación por cumplir las tareas que por desarrollar las relaciones interpersonales, la cooperación y la coordinación.
- No se conoce cómo las creencias influyen en los comportamientos, y estos definen los resultados. No se sabe cómo cambiar creencias compartidas.
- Buscar "café instantáneo"
- No entender que los procesos de cambio cultural llevan tiempo, y que los resultados no se pueden ver enseguida.
- Enfocarse al "incendio" del momento y no tener nunca tiempo para reflexionar respecto a temas culturales.
- Creer que los cambios se hacen con recursos sin necesidad de trabajar la mentalidad de la empresa.
- Creer que los esfuerzos por la cultura son cosas "blandas" y una pérdida de tiempo.
- Falta de humildad
- Líderes con mentalidad fija ("soy un genio y los demás me ayudan") incapaces de aprender de los errores.
- Ceguera debido a los éxitos y separación creciente de la realidad.
- Incapacidad de pedir ayuda (pues es una señal de debilidad).
- Incapacidad de prestar ayuda apropiada.
- No poder entender la naturaleza de la dirección ni del trabajo en equipo como interdependencia de personas que se ayudan mutuamente para lograr un fin.