EL GENERAL MOLTKE GIRA UNA ORDEN Buzancy, 30 agosto 1870, 11 pm Aunque al presente no hemos recibido noticias de las posiciones de lo...

EL GENERAL MOLTKE GIRA UNA ORDEN

Buzancy, 30 agosto 1870, 11 pm
Aunque al presente no hemos recibido noticias de las posiciones de los cuerpos luego de las acciones del día de hoy, está claro que el enemigo está retrocediendo o retirándose.
Por consiguiente, la ventaja está en atacar mañana a la primera oportunidad de forma enérgica mientras el enemigo intenta pasar el río, y forzarlo a ocupar el espacio más reducido posible entre el río y la frontera con Bélgica.
El ejército de su Alteza, el Príncipe de Sajonia, tiene la tarea específica de impedir que el enemigo se retire al este por el flanco izquierdo.
Similarmente, el Tercer Ejército debe girar contra el enemigo para presionar hacia delante por el flanco derecho, y hacer todo lo posible para tomar posiciones que permitan atacar al enemigo también por la retaguardia.
Se debe colocar tanta artillería como sea posible al lado derecho del río para que pueda interrumpir la marcha del enemigo en su retirada.
Si el enemigo cruza la frontera con Bélgica sin ser desarmado inmediatamente (por las fuerzas belgas), deberá ser perseguido sin demora.
Su Majestad, el Rey, se estará moviendo a Summauthe a las 8 am. Las instrucciones que den los jefes de los ejércitos deberán ser enviadas allí a esa hora.
Von Moltke

Cada párrafo de este texto es directo, sencillo, no sobra una palabra, y explican la esencia de la situación, el rol de cada comandante, el esfuerzo principal, qué hacer en caso de una contingencia, y cuándo/donde reportarse.
Esta carta es una medida de la inmensa autoridad de Moltke como jefe del Ejército Prusiano, y la confianza que tenía en sus subordinados, entre los cuáles estaban los príncipes herederos a los reinos de Prusia y Sajonia respectivamente.  La directiva está enviada en nombre del Rey, pero está firmada por von Moltke.
Comienza diciendo lo que no sabe: dónde están las tropas específicamente dos niveles por debajo de él. En lugar de quejarse, o pedir más información, articula el punto esencial que es suficientemente claro a partir de los reportes que tiene, sus propias observaciones, y lo conversado con el Rey: los franceses se están retirando al norte.
Luego de todo un día de combate, Moltke podía haber pedido a sus subordinados reportes exactos de bajas, posiciones, municiones, situación del enemigo, etc. Si lo hubiera hecho, habría desviado las energías a buscar información en lugar de seguir atacando. El único efecto de esto habría sido satisfacer su curiosidad y aliviar la presión psicológica de tener que actuar en la incertidumbre. Pero Moltke sabía lo que necesitaba: el ejercito francés se estaba moviendo al norte. Tal vez lo estaba haciendo de forma ordenada, pero si era desordenadamente mejor. Eso no importaba, lo que sí quería Moltke era crear más dificultad todavía a los franceses en su retirada.
El segundo párrafo articula la intención estratégica. Quiere explotar la dinámica de la situación, y estimular el movimiento que el contrario está haciendo (retirarse) a la vez que le impide controlar la situación atacándolo agresivamente. Los dos ejércitos prusianos obligarán a los franceses a quedar en un área reducida entre ellos y la orilla del río, que es la frontera con Bélgica. Esto quita progresivamente opciones a los franceses, su espacio de maniobra y su capacidad de actuar. Comenzará un cerco. Moltke no busca todavía una batalla decisiva, ni le importa dónde ocurrirá el combate final. Este no es un plan para lograr un destino particular o dar la batalla que ha elegido. Fueron los mismos franceses los que eligieron esto. Lo que importa al general es que tiene la iniciativa y la va a aprovechar. Pero no está planeando más allá de lo que puede prever.
En esos dos párrafos ha dado a sus comandantes una imagen de cómo están las cosas. Ahora comparte con ellos una visión común de lo que deben lograr juntos. Luego especifica el rol de cada ejército, y la tarea principal de cada comandante.
Moltke no quiere que los franceses se retiren al Bélgica, quiere atraparlos donde no se puedan retirar. Para ello da instrucciones de rodear al enemigo. Pero si los franceses logran pasar a Bélgica y no se rinden allí al ejército belga, ordena atacar. No explica la situación diplomática, se limita a decir claramente a sus comandantes qué es lo que deben hacer.
Finalmente, se asegura que sus comandantes sepan dónde estará su cuartel general al otro día, y a qué hora deben reportarse y donde.
El Príncipe de Prusia envió sus órdenes a las 3 am, y el otro ejército a las 6 am. La velocidad en que la acción siguió a la decisión es impresionante para aquellos tiempos. En solo unas 250 palabras, ninguna por gusto, Moltke dio a sus ejércitos todo lo que tenían que saber para actuar y explotar una ventaja táctica, creando una acción decisiva. Al siguiente día los franceses fueron llevados a una posición muy desventajosa.
A las 24 horas de haber dado esta directiva, Moltke le comentó al Rey que tenían a los franceses atrapados. Todo lo solicitado en la directiva se había logrado: los franceses estaban encerrados en un triángulo de menos de 20 km. Al siguiente día, Moltke cerró la trampa, logrando cercar al ejercito francés, convirtiendo con ello una ventaja táctica en una estratégica. Al otro día los franceses se rindieron, cuando Napoleón III Emperador de Francia, pidió un armisticio. Francia se quedó sin ejército. El 4 de septiembre la Asamblea Nacional en Paris fue disuelta, y se proclamó la Tercera República.
Esta directiva es un ejemplo de cómo Moltke entrenó a todos sus oficiales en el arte de dar órdenes. Para él, la claridad de pensamiento y de expresión van de la mano. Enseñó a sus estudiantes a redactar con un rigor que sólo se compara con lo que se logra en algunos de los departamentos de Letras en las mejores universidades de hoy en día.
Para Moltke las órdenes debían ser:
· Claras: ordenadas lógicamente en forma de oraciones cortas, usando expresiones universalmente entendidas, y horario militar.
·   Precisas: los subordinados debían comprender las intenciones de su superior.
·   Completas: dejando claro el rol de cada unidad
·  Cortas: no deberían contener palabras que sobraran. Si se quitara alguna palabra, el sentido de la orden cambiaría total y completamente.
Estos son estándares muy altos. Tal vez deben ser así cuando hay que dar órdenes a Príncipes.

Nota: Este artículo se refiera a la batalla que dio la ventaja estratégica al ejército prusiano en la guerra entre Francia y Prusia de 1870. El General von Moltke era el jefe del ejército prusiano.

Los datos están tomados del libro THE ART OF ACTION, de S. BUNGAY.