EL ENGAÑO KUMARE
Para eso, se le ocurrió una idea: se convertiría en un gurú falso y crearía seguidores espirituales reales. Y entonces, en un gran golpe cinematográfico, revelaría todo.
Se dejó crecer la barba y el pelo. Adoptó un fuerte acento hindú. Inventó una serie de rituales y símbolos atractivos pero sin sentido alguno. Contrató a un par de cómplices para que fingieran ser "seguidores" y difundieran la palabra.
Se pusieron túnicas y sandalias y se dirigieron hacia el oeste de Arizona. Pensaron que "la gente estaría abierta a las enseñanzas de un gurú oriental."Se puso el nombre de Kumaré, un gurú feliz y positivo.
Nadie lo reconoció.
Y funcionó.
Funcionó porque Vikram sabía que construir creencias es primero afectar y luego efectuar. Es acerca de encontrar qué quiere la gente creer, y entonces hacer que se sientan cómodos. Ir vía señales y asociaciones correctas.
Es así como los genios del mercadeo nos engañan y alinean sus marcas con nuestros supuestos inconscientes.
Saben que somos compradores, que buscamos entre los estantes por imágenes e informaciones que sean congruentes con nuestras creencias.
Por eso escogen la ubicación, el empaque, y la presentación para conectar con nuestra red de asociaciones.
Para llevarnos gentilmente hacia nuestros valores y deseos, de modo que elegimos comprar sus productos.
Tal como hizo Vikram con su audiencia. Y su marca se llama Kumaré.
Vea aquí la película, subtitulada en español: https://www.youtube.com/watch?v=H78hItnFF04
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