" Si persigues dos conejos, no agarrarás a ninguno " Proverbio ruso LA ÚNICA COSA QUE DEBO HACER AHORA El secreto de la vida ...

LA ÙNICA COSA QUE DEBO HACER AHORA

"Si persigues dos conejos, no agarrarás a ninguno" Proverbio ruso

LA ÚNICA COSA QUE DEBO HACER AHORA

El secreto de la vida está en enfocar a una cosa, a una sola cosa, hasta terminar, y desenfocar en todo lo demás. Este es el mejor enfoque para lograr lo que deseas.
Se trata de ignorar todo aquello que podrías hacer para hacer lo que debes hacer. Es conectar lo que haces con lo que quieres. Se obtienen resultados extraordinarios cuando se enfoca bien.
Es hacer menos cosas con más efectos que muchas cosas con efectos colaterales. Tratar de hacer mucho, aunque "funcione" no lleva a terminar bien nada.

EL EFECTO DOMINÓ

Todos hemos visto caer una larga fila de dominó. Ese mismo efecto se puede crear en la vida personal. El éxito extraordinario es secuencial, no simultáneo. Es fácil derribar la primera ficha, y luego todo va agarrando energía en la medida que avanza. Es hacer lo correcto ahora y después hacer lo siguiente que se debe hacer. Con el tiempo esto se va sumando, pero no de manera lineal, sino acelerada.

LA COSA ÚNICA

El éxito es, pues una secuencia de hacer las cosas correctas, una detrás de la otra.
Veamos el caso de Google, su "cosa" es la búsqueda. Pero no siempre es fácil identificar cuál es esa cosa única. En el caso de Apple han pasado de una "cosa" a "otra cosa" de modo espectacular. Se puede tener muchas cosas importantes, pero sólo una puede ser la más importante, la clave.
Por eso es bueno preguntar, para el caso de la compañía en a que trabaja o es dueño: ¿Cuál es nuestra cosa única?
A nivel persona, con frecuencia, la pasión se confunde con la habilidad. Esto es porque casi siempre están conectadas. La pasión hace que le dediquemos al tema un tiempo desproporcionado en comparación con su importancia. Eso hace que se generen habilidades en el asunto. Y con mejores habilidades, hay más resultados. Con eso se suele disfrutar más, y la pasión se acrecenta, por lo que se le dedica más tiempo.
Y, a veces, esa pasión conduce a una profesión que se disfruta intensamente.

ESTAMOS ABRUMADOS DE OPCIONES E INFORMACIÓN

Al menos en esta parte del mundo, estamos abrumados de opciones para comprar cosas (marcas, empaques, presentaciones, canales de venta), y recibimos más información en un día que la que recibían nuestros ancestros en toda la vida. Esto hace difícil elegir.
Por eso, vive esa cosa única que vale la pena.

LAS MENTIRAS QUE NOS QUEREMOS CREER
Tendemos a actuar sobre la base de lo que creemos, aunque lo que creemos no es lo que debería ser. A veces tenemos la respuesta a la vista, pero esas creencias no nos dejan verla. El éxito tiene sus propias mentiras: tengo mucho que hacer, puedo hacer más si trabajo en varias cosas a la vez, tengo que ser más disciplinado, necesito más equilibrio en mi vida, ...
Estas son las 6 mentiras que nos impiden tener éxito:
  1. Todo tiene la misma importancia
  2. Las tareas múltiples
  3. Una vida disciplinada
  4. La fuerza de voluntad siempre está a mano
  5. Una vida balanceada
  6. Grande es malo
LA MENTIRA DE LA IGUALDAD

En realidad la igualdad es una mentira. Pero las cosas que más importan no suelen ser las que más gritan. No se trata de estar ocupado, como las hormigas, es estar ocupado con un propósito.
Las listas de tareas pendientes, las agendas y planificadores en papel o en aplicaciones parecen decirnos que todos deberíamos hacer listas, pero esto tiene también su lado oscuro.  Podemos terminar siendo esclavos de la bandeja de entrada, y dedicar nuestro día a cumplir con la agenda de otras personas.
No es así como trabajan las personas que logran grandes cosas. Se enfocan al objetivo, a lo esencial. Se detienen a valorar qué es lo más importante a realizar ahora, y se enfocan a ello. Hacen antes lo que los demás hacen después, y muchas veces ni siquiera hacen lo que los demás hacen primero.
No es lo mismo una lista "acumulativa" de cosas por hacer que una lista creada a propósito para tener un éxito extraordinario. Las listas del primer tipo suelen ser largas, las del segundo tipo, cortas.
A esto le llamó J. Juran diferenciar "los pocos vitales de los muchos triviales." También resaltó la importancia de aplicar el Principio de Pareto: el 20% de lo que haces es lo que genera el 80% de lo que obtienes.
Se trata de extraer de todo lo que se "podría" hacer, aquello que "se tiene que hacer."Y, yendo a un extremo, a aquello ÚNICO que se debe hacer ahora. Y enfocar todos los esfuerzos a hacer eso.

LA MENTIRA DE LAS TAREAS MÚLTIPLES

De eso se ha escrito bastante en este blog. Creer que se hace más haciendo más cosas a la vez es mentira. Pero creemos que podemos, y por eso estudiamos o trabajamos viendo TV, contestando correos, y chateando, todo a la vez.
Y no es que tengamos poco tiempo para hacer lo que queremos hacer, es que sentimos que tenemos que hacer varias cosas en el tiempo que tenemos.
A eso se le puede sumar el trabajo, un verdadero carnaval de interrupciones y falta de foco. Como promedio a una persona de oficina la interrumpen 11 veces al día, y le cuesta casi la tercera parte del día "volverse a conectar" con lo que estaba haciendo.
En realidad, no hacemos tareas múltiples, sino que "saltamos" de una a la otra gastando tiempo y energía en salir de lo que estamos haciendo, entrar en lo otro, y luego regresar a lo que estábamos.

UNA VIDA DISCIPLINADA... ¿PARA QUÉ?

Es mentira que la gente más exitosa lleva una vida "disciplinada." El éxito no es un maratón de acciones disciplinadas. Es más bien una aceleración con suficiente disciplina para llevarla hasta el fin y pasar a otra cosa.
Dado que el éxito es hacer la cosa correcta, uno puede tener mucho éxito sin ser tan disciplinado. Otra cosa es la disciplina "seleccionada". Es enfocar a una cosa. En una sola cosa, y ahí sobresalir. Con eso, no sólo se tiene mucho éxito, sino que la vida se simplifica: no tienes que monitorear muchas cosas.
Se dice que se necesitan 66 días seguidos de hacer algo para que se convierta en un hábito. Los que adquieren un nuevo hábito reportan menos stress, menos gastos impulsivos, menos tiempo frente a la tele, e incluso menos platos sucios. Sostener la disciplina lo suficiente para adquirir el hábito. Ese es el truco.

LA FUERZA DE VOLUNTAD SE VA AGOTANDO A LO LARGO DEL DÍA

Hay que pensar en la fuerza de voluntad como en la batería del celular. Cada día amanece llena de carga, pero se va consumiendo a medida que se utiliza. Cuando se agota la batería, la fuerza de voluntad es muy pobre. Es un recurso limitado que tenemos que aprender a gestionar. Si no lo hacemos, a la hora que la necesitamos, no la tenemos disponible
Mientras más esforcemos la mente, más energía consumimos. Hay  un reto de fuerza de voluntad cada vez que deseamos hacer algo que la razón nos dice que no debemos hacer.
Y cuando la fuerza de voluntad está liquidada, recurrimos a nuestros hábitos por defecto. Comemos más de la cuenta, nos distraemos, hacemos o decimos lo que no debemos, etc. Y, por supuesto, tomamos malas decisiones.
Por eso, hay que dar chance a que la fuerza de voluntad se recupere: meditar, dormir, hacer ejercicios, respirar, son cosas que crean fuerza de voluntad.

EL MITO DE LA VIDA BALANCEADA

En primer lugar, nada está en perfecto equilibrio. Nada. En particular, la vida.
Lo que hace una vida exitosa es el propósito, el sentido, la significación, pero no el balance o el equilibrio. El término "equilibrio vida-trabajo" se acuñó por los años 80 cuando más de la mitad de las mujeres casadas en EU se incorporaron a la vida laboral. La unidad familiar pasó de ser de un proveedor más un ama de casa a dos proveedores y sin ama de casa.
Lo que ocurre es que el concepto de equilibrio tiene sentido. Tiempo suficiente para todo, y todo será preparado. Sólo pensar en eso nos da un poco de paz y serenidad. Vivir en equilibrio es vivir en el punto medio, donde no se hace nada. Es que nunca la magia aparece en el medio, siempre aparece en los extremos. El concepto de equilibrio se refiere a un hipotético punto medio "promedio" en el que nunca estamos.
Cuando trabajamos demasiado se nos afecta la vida personal. Y a la inversa. Muchos creen que no tienen una vida. Y sufren demandas tanto de la vida como del trabajo, sufriendo por ambas. Pero el tiempo no espera por nadie. O haces las cosas o puedes perder la oportunidad de hacerlas.
No se trata de balancear, sino de contra-balancear. Cuando nos enfocamos en algo, otras cosas sufren. Pero al terminar, siempre quedan cosas que se podrían hacer o perfeccionar. El contrabalanceo es no llegar nunca tan lejos que no puedas encontrar de nuevo tu camino de regreso, o estar tan alejado que no haya nada esperando cuando regreses.
 Ah, y las personas que trabajan más de 11 h diarias, unas 55 horas a la semana, son más propensas a sufrir un ataque al corazón.
En el trabajo hay que dejar algunas cosas fuera de foco. En lo personal y lo familiar no se puede perder la alerta a lo que está ocurriendo, de modo que no se sacrifica nada de eso para "tener éxito." Uno se puede mover de ida y vuelta rápido en esas cosas, pero nunca se pueden abandonar o dejar sin atender por mucho tiempo. En la vida personal y familiar, es irse por poco tiempo y evitar estar largos períodos fuera de foco.
El desafío no está en enfocar a la prioridad, sino en cuánto tiempo vas a estar enfocado en ella. Hay que saber atender las otras cosas que son parte de la vida de uno.

GRANDE ES MALO

Lo que nos aleja de las metas no son los obstáculos, son los caminos fáciles hacia metas menores. Una de las cosas en las que somos notablemente malos es estimar nuestros límites. Lo bueno es que la vida, como la ciencia, no es sobre la base de adivinanzas, sino de progreso.
Ninguno de nosotros conocemos nuestros límites. Esas cosas pueden estar claras en un mapa. Nadie sabe cuál es su potencial, hasta donde es capaz de llegar. Preocuparse por eso, es perder tiempo. Es mejor aceptar que "grande" es aquello en lo que te puedes convertir.
Pensar en grande conduce a realizar acciones diferentes a las que provienen de pensar en pequeño. Todos tenemos el mismo tiempo. Por eso, es lo que haces en ese tiempo lo que determina el éxito. Y como lo que haces viene determinado por lo que piensas, el tamaño del sueño se convierte en lo grande que puedes llegar a ser.
Para llegar a un nivel de éxito hay que hacer cosas de cierta forma, y hacer algo con ellas. El problema está en que para alcanzar el siguiente nivel, hay que buscar nuevas formas y combinaciones. Hacer más de lo mismo no implica que van a salir mejor las cosas. Las cosas no se construyen unas sobre otras. Para hacer más, algunas cosas tendrán que hacerse diferente. Lo que construyes hoy será lo que te frene mañana. Sirve de plataforma de salto al siguiente nivel o de trampa que no te deja avanzar.
Las grandes metas pueden atemorizar al principio, a veces descubrimos que no eran tan complicadas y otras que eran todavía más que lo imaginado. Es en la ruta para ser grande donde creces. Lo que parece ser una montaña imposible desde lejos, se va venciendo poco a poco.
Pensar en grande impulsa a hacer cosas extraordinarias. Tienes que abrirte a esa posibilidad, creerlo. No temer a lo grande, temer a lo mediocre, a lo pobre, a vivir por debajo de tus capacidades.

La ruta simple a la productividad es hacer lo correcto, enfocar a ello. Sobre esto trataremos en otro post. Nos haremos la pregunta: "¿Qué es es ÚNICA COSA que puedo hacer que, al hacerla, todo lo demás será más fácil o innecesario?"