COMUNICANDO TU JEFE LINEAMIENTOS PARA UNA BUENA RELACIÓN CASI TODOS TENEMOS UN JEFE La mayoría de nosotros tiene un jefe dentro ...

COMUNICANDO CON TU JEFE

COMUNICANDO TU JEFE

LINEAMIENTOS PARA UNA BUENA RELACIÓN

CASI TODOS TENEMOS UN JEFE

La mayoría de nosotros tiene un jefe dentro de la organización a la que pertenece. Se supone que el jefe gestiona a su equipo. Pero ¿no necesita también el empleado gestionar a su jefe? Si bien el jefe tiene una posición jerárquica superior, eso no implica obediencia ciega ni que esté excluida la posibilidad de influir sobre el mismo. De hecho,  los buenos jefes solicitan retroalimentación veraz a sus directos.
Pero "gestionar hacia arriba" es algo que tiene un poco de mala fama, y con frecuencia se confunde con estar lamiendo las botas del jefe. En realidad, no es lo mismo ser un servil "YES MAN" que busca ganar puntos, que una persona con criterio propio y buen juicio para ayudar lo mejor que puede a su jefe.
En una relación de veracidad y confianza mutua, se espera que toda persona pueda hablar como un igual con su jefe. Por supuesto, existen límites y reglas de cómo trabajar juntos, y de las bases en las que debe ocurrir el diálogo. Las reuniones "Uno a Uno" (ver más detalles aquí: El Gerente Efectivo), son idóneas para retroalimentar, rendir cuentas, y sobre todo, construir confianza entre el jefe y su directo.
Es de esperar que el jefe lo llame para esclarecer estas cosas, así como definir los límites que van a valer en la relación entre ambos. Si es así, excelente. Pero muchas veces el jefe no lo hace (puede ser un jefe inexperto o nuevo en el puesto). Si el jefe no toma la iniciativa, los lineamientos siguientes le pueden ayudar a resolver esto. 

LINEAMIENTOS PARA COMUNICAR CON EL JEFE

1) Solicitar precisar la relación
El subordinado debe hacer saber al jefe que le gustaría precisar bien la relación entre ellos para que sea más productiva, veraz, y que conduzca a crear una relación de confianza entre ambos. Explicar que le interesa hablar sobre los puntos que aparecen a continuación, y también escuchar con gusto lo que el jefe tenga a bien decir al respecto. Una vez logrado este permiso, concertar una reunión Uno a Uno para hablar sobre los puntos que siguen.
2) Esclarecer expectativas
El subordinado prepara un listado de las cosas que cree que su jefe espera de él o ella en términos de: Resultados, Comportamientos, y Aprendizajes. Dicho listado lo discute con su jefe. ¿Está de acuerdo el jefe? Una vez logrado el acuerdo, esas expectativas - que pueden cambiar según las necesidades y el tiempo- son la base principal para la rendición de cuentas y la evaluación del desempeño. 
3) Proponer fronteras
El subordinado quiere entender cómo trabaja su jefe, cómo quiere recibir retroalimentación, qué valora, qué asuntos se le deben elevar, a qué nivel de detalle se quiere involucrar, qué se le debe consultar o informar (ver, para más detalle nuestra entrada respecto a la Matriz RACI). Es conveniente acordar la regla de "sin sorpresas": nada molesta más a un jefe que tenga que dar explicaciones por algo que no sabe que está ocurriendo. (Sobre esto, hay una entrada en planes de publicación).
3) Acordar las reglas de comunicación
Se trata de acordar con el jefe cómo espera que sea la comunicación con el subordinado. Hay varios canales disponibles, y cada persona tiene sus preferencias para recibir y procesar información. Hay jefes visuales, otros auditivos, otros más intuitivos... En cada caso hay una forma mejor de presentar la información. Es bueno saber la preferencia del jefe. En todo caso, siempre tiene que haber comunicación con el superior. Si no está ocurriendo, el subordinado debe asumir la iniciativa: "Así me gusta comunicarme con mi jefe, ¿está de acuerdo o tiene otras preferencias?" .
4) Identificar puntos de rendición de cuentas
Como complemento al punto 2 de arriba, precisar con el jefe cómo y cuándo rendir cuentas, y la forma de evaluación del desempeño. Con esto claro, o hay sorpresas a la hora de calificar. 
5) Esclarecer cómo ofrecer y pedir ayuda
Entre el jefe y el subordinado debe existir una relación de ayuda mutua. Eso implica, idealmente, que ambos entiendan los conceptos de la ayuda (ver más aquí: Ejecutivos ayudar y dejarse ayudar), y tengan la suficiente humildad tanto para darla como para solicitarla. El subordinado necesita ayuda del jefe para "destrabar" obstáculos a sus metas y resultados, y el jefe necesita ayuda del subordinado en términos de sus puntos de vista y su visión operativa de lo que ocurre. Eso, acompañado por una disposición a resolver problemas aumenta radicalmente la confianza que el jefe siente por el subordinado. Es agradable escuchar a un subordinado decir: "Hay algo más en lo que lo pueda ayudar?"

NOTA: 
Con ligeras variaciones, estos lineamientos sirven para establecer una comunicación efectiva con cualquier persona, no necesariamente el jefe. Por supuesto, no hay que hacerlo de una manera estrictamente formal, pero es conveniente esclarecer cada uno de los puntos anteriores que resulten aplicables.