LOS 10 MANDAMIENTOS DE BO BURLINGHAM (PARA DUEÑOS DE NEGOCIOS) Un buen amigo me dio a conocer estas reglas. Creo que vale la pena compa...

LOS 10 MANDAMIENTOS PARA DUEÑOS DE NEGOCIOS

LOS 10 MANDAMIENTOS DE BO BURLINGHAM (PARA DUEÑOS DE NEGOCIOS)

Un buen amigo me dio a conocer estas reglas. Creo que vale la pena compartirlas. Conozco a muchos dueños de negocios que aun deben mejorar para cumplir con estas reglas a cabalidad. Esta lectura le viene bien a todo el mundo que tiene un negocio. 
  1. Las cifras conducen el negocio. Si no sabes cómo leerlas, estás volando a ciegas.
    1. Los negocios tiene sus propias necesidades, y a menos que se atiendan, fallan.
    2. La única forma de saber esas necesidades en mirando las cifras y entendiendo la relación entre ellas.
    3. No puedes esperar hasta que el contador te las diga.
    4. No hay que ser contador para saber a qué cifras prestar atención.
  2. El efectivo cuesta conseguirlo y es fácil de perder. Consíguelo antes de gastarlo.
    1. No desperdiciar efectivo. Comprar cosas cuando se tenga dinero disponible.
    2. El dinero primero, el gasto necesario después. No gastar en lujos.
    3. Guardar efectivo para un día de lluvia.
  3. En los balances y estados de resultados, busca el margen bruto antes que todo.
    1. Todo el mundo está obsesionado con las ventas: mientras más vendo, mejor.
    2. Vender mucho puede ser peligroso si el capital es limitado.
    3. Utilidad bruta= Ventas – Costo de los bienes vendidos
    4. Margen bruto= es el porcentaje que esto representa de la venta.
    5. Lleva el mismo esfuerzo construir un negocio de bajo margen o uno de alto. Pero la recompensa no es igual.
  4. Una venta no se completa hasta que se cobra
    1. No siempre que vendo me pagan. No siempre me pagan a tiempo. Ese retraso importa.
    2. Siempre que se vende sin cobrar se da un préstamo al cliente. Implica tratarlo como deudor
    3. Comprobar las cuentas por cobrar regularmente.
  5. Cuando tus pasivos de corto plazo superan tus activos de corto plazo (corrientes) estás en bancarrota.
    1. En las PYME muchos dueños no tienen idea de lo que es el Balance y cómo se diferencia del Estado de Resultados (ganancias y pérdidas).
    2. Una compañía está en bancarrota (al menos técnicamente) cuando sus pasivos corrientes (o sea, lo que hay que pagar en los próximos 12 meses) superan los activos corrientes (que se pueden convertir en efectivo en los próximos 12 meses). Esta información está en el Balance.
    3. Acostumbrarse a medir la razón corriente, que mide la capacidad de cumplir las obligaciones de corto plazo. Se calcula dividiendo los activos corrientes por los pasivos corrientes. Si la razón es igual o mayor a 1.25 estás bien. Si es menor que 1.00, estás en problemas: podrás hacer frente a las cuentas por pagar y a otras deudas de corto plazo por un tiempo, pero te debes mover rápido para recuperar tu liquidez.
    4. Si no tienes efectivo para pagar tus deudas, estás en una posición potencialmente fatal.
  6. Olvídate de los atajos. Dirige el negocio como si fuera eterno.
    1. Construir un negocio lleva tiempo y es un trabajo duro. Todo lo que una gran compañía necesita requiere tiempo para desarrollarse: clientes leales, gerentes experimentados, una cultura vibrante, sistemas eficientes por todo el negocio, una fuerza de venta que trabaja como equipo, una gran reputación en el sector, … todo.
    2. Olvidarse de los atajos para desarrollar rápido la compañía. No robe vendedores a la competencia ni promueva a alguien sólo porque está disponible.
    3. ¿Cuál es el apuro? Una gran empresa es eterna, aunque algún día como dueño desee venderla. Tome decisiones adecuadas que contribuyan al éxito a largo plazo.
  7. Identifica a tus verdaderos competidores y trátalos con respeto.
    1. No todo el que hace lo mismo que tú es tu competidor.
    2. Compites sólo contra los que ofrecen los mismos servicios, son más o menos igual de confiables, y tienen precios similares a los tuyos.
    3. Siempre hay gente que proclama dar servicios como los nuestros a menor precio. Invariablemente son operaciones minúsculas que no resisten la enfermedad del dueño o la ruptura de un camión. Los clientes que quieren trabajar con ese nivel de riesgo no son buenos candidatos a clientes para nosotros.
    4. Por el contrario, los clientes que exigen confiabilidad, y que están dispuestos a pagar por ella, son los que nos interesan.
    5. Tus competidores reales son importantes para tu éxito a largo plazo. Juegan un rol crítico en crear nuestra reputación en el sector, que es nuestro principal activo. Si hablan bien de nosotros, todos escuchan. Tratarlos con respeto. Hacer que nuestros vendedores hagan eso.
  8. En los negocios no tienes amigos, sólo asociados
    1. No hacer negocios con amigos. Cada vez que se viola esa regla, pasa algo lamentable.
    2. No dudes en comprar productos y servicios a amigos, pero recuerda que siempre esperan que los trates diferente a cómo tratas a cualquier proveedor. Si no lo haces, la relación se afecta. Pierdes a la vez a un amigo y a un proveedor.
    3. No puedes ser amigo de tus empleados. Tratarlos con respeto y afecto. Pero no llevar la relación más allá de lo comercial, no pasar a una relación social.
  9. La cultura define la compañía. A la larga, el trabajo más importante del dueño es definirla y reforzarla.
    1. La cultura se crea a la vez que se crea la compañía. Sí, las empresas tienen una cultura. Y la misma afecta el rendimiento.
    2. Definir la cultura es el trabajo del CEO.
    3. El jefe tiene que aprender a aguantarse la lengua y respetar la cadena de mando. Es un hábito importante y difícil de adquirir.
  10. El plan de vida viene primero que el plan de negocio.
    1. Poner en orden las prioridades es un dolor de cabeza. Poner el negocio primero implica perderse muchas cosas personales y familiares.
    2. Crear un negocio exitoso no es un fin en sí. Es un medio para crear una mejor vida para í y para aquellos que amas. Pero tienes que definir esto: hacer el plan de vida y revisarlo con frecuencia. El plan de negocio apoya al plan de vida.
    3. Este es el hábito más importante.

Seguir estas 10 reglas evitará que su negocio fracase, como le pasa a 4 de cada 5 nuevos negocios.  

LA LÓGICA DEL DUEÑO DEL NEGOCIO DEDICADO A MIS CLIENTES: QUE CONFÍAN EN NOSOTROS Y NOS CONTRATAN (LO SIGUIENTE VALE SI ERES: EL DUEÑO, ...

LA LÓGICA DEL DUEÑO DEL NEGOCIO

LA LÓGICA DEL DUEÑO DEL NEGOCIO
DEDICADO A MIS CLIENTES: QUE CONFÍAN EN NOSOTROS Y NOS CONTRATAN

(LO SIGUIENTE VALE SI ERES: EL DUEÑO, EL PRESIDENTE, EL CEO, EL GERENTE GENERAL, EL DIRECTOR EJECUTIVO, EN FIN, SI ERES EL DIRECTIVO PRINCIPAL DEL NEGOCIO. ES ÚTIL TAMBIÉN PARA TODO GERENTE, JEFE DE DIVISIÓN O FUNCIÓN).

El activo más importante del negocio es su gente. La fortaleza del negocio reside en la mente de su gente. El dueño mantiene la visión de toda la empresa, y para ello tiene que pensar acerca de la filosofía y principios del negocio, desarrollar y validar una visión personal del futuro de la organización y su estrategia. Esto puede tener un formato organizado y fácil de entender.
También debe lograr que su Equipo Gerencial piense así, pues la forma en que se piensa respecto a un problema tiene gran impacto en la capacidad para resolverlo. La clave está en imaginar cómo pensar correctamente respecto al problema. Los dueños exitosos dominan la habilidad para dirigir los esfuerzos de su gente hacia los asuntos correctos, ganando su compromiso total, y descomponiendo los asuntos complejos en sus elementos básicos.

LOS FUNDAMENTOS

La lógica del dueño debería comenzar con un pensamiento claro, basado en la aplicación disciplinada de los principios fundamentales del negocio: cómo desarrollar una filosofía de negocios válida y cómo aplicar dicha filosofía estratégicamente.

PENSANDO CORRECTAMENTE COMO DUEÑO

Se estudia a los dueños exitosos por lo que hacen (hacer es importante, claro), pero el secreto real del éxito está en cómo piensan: nadie tiene éxito si no se ha pensado a fondo en los fundamentos, para luego implementar los mismos de modo innovador y efectivo.
El dueño piensa sistemáticamente en los fundamentos del negocio. De eso depende su éxito.

ELEMENTO 1: FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS 

En lugar de tener a los mandos intermedios jugando bajo reglas establecidas y cumpliendo metas predeterminadas, el dueño tiene la oportunidad y la obligación de determinar la naturaleza de los sistemas operacionales fundamentales, la cultura de la compañía, los parámetros del negocio, y la estructura de la organización. Esto es lo que guía las decisiones y acciones de todos los niveles. Esto implica, que para cualquier nivel en la compañía, hay que partir de tres elementos primarios:
  1. Los principios fundamentales del negocio
  2. La filosofía de gestión personal
  3. Los valores claves
El objetivo de desarrollar una filosofía de negocios válida es tomar los elementos teóricos y prácticos de los principios fundamentales de los negocios (las realidades del mercado que rigen y gobiernan todos los negocios) y su filosofía personal de gestión (su ideología clave) y aplicarlas a una oportunidad específica de negocios para llegar a un conjunto de valores operativos claves (las guías prácticas para la compañía).
No existe una “mejor” manera de gestionar. Sólo hay principios operativos válidos que pueden servir de guía al equipo gerencial. Los negocios son siempre complejos, difíciles, impredecibles, desafiantes, y competitivos. No hay secretos ni atajos a la buena gestión. Lo que funciona en una compañía no tiene por qué funcionar en otra, ni se puede convertir en una teoría general.
Tener una filosofía válida no es tampoco una garantía de éxito, pero sí provee una base para que cada cual juegue mejor su rol en el desarrollo de la visión y la estrategia.
Un principio es generar y sostener beneficios únicos o distintivos al consumidor que sean difíciles de copiar (Propuesta Unica de Valor). Un concepto original funciona bien para el negocio hasta que lo copian. Una buena idea que no se desarrolla hasta ser una competencia clave, corre este riesgo. Sin competencias claves y altas barreras de entrada, la competencia copiará fácilmente la estrategia.
Existen realidades del mercado que dictan los parámetros tanto del entorno general de negocios como del entorno particular de su compañía. Los siete pasos que siguen pueden guiar para aplicar los principios a su caso particular.

7 PASOS PARA PENSAR COMO UN BUEN DUEÑO

Paso 1: ¿Estamos en el negocio correcto?

Un negocio correcto:
  • Tiene un borde competitivo sostenible soportando por una o más competencias claves en un mercado estable o en crecimiento.
  • Está en una industria que tiene altas barreras de entrada para los competidores y de salida para los clientes.
  • No depende mucho de unos pocos clientes ni tiene sus compras críticas limitadas a unos pocos proveedores.
  • Ha construido defensas contra las fuerzas competitivas o se ha posicionado en un nicho donde es fuerte y donde sus competidores son vulnerables.
Con esto se puede satisfacer a los clientes a un precio que crea un ROI aceptable. En un negocio malo, fallan hasta las buenas compañías con buen personal. Comenzar por ver los negocios actuales, los recursos disponibles, y los mercados donde se opera. ¿En qué es bueno el equipo gerencial? Analizar las fortalezas y debilidades en las habilidades claves para competir, los recursos disponibles, el rendimiento previo, y las condiciones proyectadas del mercado.
¿Dónde está tu ventaja competitiva sostenible? Sin ella no hay beneficios sostenibles.
La ventaja puede provenir de ofrecer los productos a precios menores, o diferenciar los mismos de forma atractiva. Puede ser por características únicas de su diseño o por la forma especial que se presta el servicio. Pero, sobre todo, esa ventaja debe crecer hasta ser la competencia clave: en lo que somos buenos. La competencia clave puede residir en una capacidad especial, un modelo de negocios diferente, o un acceso único a los recursos.
La tarea del dueño es utilizar una o más de esas competencias claves como ventaja de mercado. Aumentar la inversión en dicha capacidad, cuidarla, apoyarla, y mantener la organización enfocada a ella. Estar seguro en lo posible de que la competencia no podrá fácilmente duplicar esa ventaja.
La ventaja competitiva puede crearse cambiando el modelo de negocio. También puede ser vía especialización.
Hay que tener en cuenta: las barreras de entrada y salida, los cambios en las regulaciones, la saturación del mercado, la obsolescencia de los productos, las amenazas de productos sustitutivos, y la acción de la competencia.
Como dueño:
¿Ha elegido el negocio correcto?
  • ¿Cuáles son las oportunidades y vulnerabilidades de un negocio en su industria?
  • ¿Cuáles son sus planes para tratar con dichas oportunidades y vulnerabilidades?
  • ¿Qué barreras existen para protegerse de competidores agresivos?
¿Qué está afectando sus competencias claves y borde competitivo?
  • ¿Qué hacemos bien que implica en beneficios únicos o distintivos por los que los clientes están dispuestos a pagar?
  • ¿Cuál es su borde competitivo? ¿Qué está haciendo para fortalecerlo?
  • ¿Qué amenazas son probables a partir de los clientes existentes, competidores, empleados, o proveedores?
  • ¿Qué riesgo hay que entren nuevos competidores al mercado?
  • ¿Qué amenaza potencial existe de productos sustitutivos?
  • ¿Cómo podría ser afectada la compañía por regulaciones gubernamentales?
  • ¿Cómo afectarían los cambios en mercado de capitales en sus costos financieros?
  • ¿Cuáles condiciones significativas del negocio o del mercado podrían cambiar en un futuro?

Paso 2: Los elementos que conducen a los resultados

En toda industria hay unos pocos factores críticos de éxito que separan a los ganadores de los perdedores. Hay disciplinas o actividades que impactan directamente en el volumen, márgenes, flujos de caja, y ROI. Hay elementos que determinan la satisfacción del comprador y del empleado. Una distribución, por ejemplo, puede descubrir que su éxito está en controlar su capacidad de inventario, sus márgenes, y la productividad/efectividad de su sistema de ventas. Los bajos costos, la alta calidad, las entregas a tiempo, la lectura apropiada del mercado, la disponibilidad de inventario, y la obtención de recursos con efectividad en los costos pueden ser esos factores críticos. La clave está en identificar los factores críticos de éxito y convertirlos en competencias claves.
Los esfuerzos deben ser coherentes: si la estrategia está bien, no olvidar cuál es el foco primario (competencia clave) para fortalecerlo. Es como un carro de carreras: no hacemos nada con fortalecer las llantas, mejorar las competencias de lo conductores y otros elementos si no nos enfocamos en que el motor sea más potente.
¿Cuáles son los Factores Críticos de Éxito?
  • ¿Qué diferencia a los ganadores de los perdedores en su industria?
  • ¿Qué factores en su negocio afectan más el volumen, los márgenes, ROI, flujos de caja, y satisfacción del consumidor?
  • ¿Qué división/departamento es el que nunca debería perder un cliente?
  • ¿Quién o qué en la compañía directamente produce más dinero?

Paso 3: La gente adecuada en el puesto adecuado

El primer paso para esto es pensar en sus directivos. Comenzar determinando si son buenas personas, antes de determinar si son buenos directivos. Enfatizar el valor de la integridad y el carácter: cómo han enfrentado dificultades o situaciones delicadas en el pasado, cómo se sienten entre la gente, cuáles son sus amigos y sus pasatiempos, cómo es su vida familiar. Estos elementos son importantes.
Buscar historias de éxito en su pasado, evaluar su nivel de entusiasmo, no comprar al candidato (el dinero es parte de la ecuación, pero no es el factor primario: es que su talento y habilidad acoplen a lo que se necesita).
¿Tenemos a la gente adecuada en los puestos adecuados?
  • ¿Tienen los directivos actuales las fortalezas adecuadas para realizar su trabajo?
  • ¿Están todos los directivos generando resultados de manera consistente?
  • ¿Requiere algún directivo ser sustituido o actualizado? ¿Cuál es el plan de reemplazo o de entrenamiento?

Paso 4: Enfocar a los temas adecuados

Los temas adecuados son esas pocas cosas (“pocos vitales”) que cuándo se atienden bien tienen un impacto mayor en el rendimiento de la compañía. El dueño y su Equipo Gerencial, en el sentido más amplio y estratégico a nivel de compañía, son los que deben determinar esos temas y saber cómo pensar y permanecer enfocados en ellos.
La diferencia entre trabajar sobre los temas adecuados y trabajar sobre hacer las cosas bien es la diferencia entre efectividad y eficacia. La efectividad es lograr que la tarea adecuada se complete exitosamente. La eficiencia es lograr que la tarea se complete usando un mínimo de recursos. Analogía: la efectividad es remar en bote en la dirección correcta, y la eficiencia es remar al máximo de velocidad haciendo el menor esfuerzo. Cuando remas en la dirección correcta progresas más. No hay desperdicio mayor que hacer con gran eficiencia lo que no se debería estar haciendo.
Muchos negocios fracasan porque se enfoca a los temas incorrectos. Si la empresa necesita alianzas con proveedores, reducir los costos de inventario y satisfacer a los clientes, pero en lugar de eso está dedicando sus recursos a mercadeo y ventas, no importa cuán bien bien mercadee y venda pues eventualmente los problemas reales van a emerger. Elegir los temas adecuados comienza porque el dueño y el Equipo Gerencial sean capaces de percibir el problema correctamente.
Los criterios para identificar los temas giran alrededor de la cantidad, la calidad, los costos, la inversión, y los intangibles (como clima laboral y reputación). Si el foco debe estar en corregir las deficiencias del producto, es un error enfocarse a mejorar la distribución. Es como si un restaurante quisiera combatir un problema de mal sabor de la comida con mejor publicidad: llegarán más clientes y habrá más personas que prueben comida con mal sabor.
¿Se está prestando atención a los aspectos críticos y las prioridades adecuadas?
  • ¿Se han identificado los aspectos claves que tienen el mayor potencial de generar utilidades?
  • ¿Qué eventos significativos no anticipados o sorpresas hemos experimentado? ¿Qué se puede hacer para evitar ocurrencias similares en el pasado?

Paso 5: Medir el rendimiento, el progreso, y a uno mismo

El dueño, para saber cómo se está enfocando en los temas correctos, necesita métodos de medición oportunos, precisos, relevantes, y comprensibles. Si buenas mediciones es difícil pensar de forma clara y proactiva sobre los temas.
Lo que se mide es lo que se gestiona. Es importante cómo se mide. Medir el propósito verdadero de cada recurso clave (a veces no basta el rendimiento, hay que medir la actitud, el aprendizaje).
¿Cómo se mide el rendimiento? Se necesita un sistema de retroalimentación que de forma regular, consistente y clara comunique a todos lo que se espera de ellos y cómo lo están logrando. También hay que medir el rendimiento de los procesos y comunicarlo a todos los que tienen que ver con el mismo. A menos que esta retroalimentación sea regular y confiable, no será efectiva.
Con los sistemas informáticos es fácil desarrollar sistemas de medición complicados y complejos que tienden a capturar cada detalle de cada actividad. Se tiende a confundir datos con información útil. Medir demasiado es tan dañino como medir poco. Enfocar a las mediciones estrechando su enfoque y limitando las mismas a los temas de rendimiento importantes. Además de medir volumen, márgenes, satisfacción de clientes, y relaciones con los empleados, se pueden necesitar otras mediciones específicas a la compañía.
Una empresa de distribución, por ejemplo, puede preocuparse por las ventas perdidas y el cumplimiento de los tiempos de entrega, por las devoluciones y el nivel de servicio de los proveedores. Tener en mente que el propósito verdadero de la retroalimentación es generar una respuesta informada de aquellos que son responsables de hacer el trabajo. Medir cosas que no tienen impacto es perder el tiempo.
¿Tiene montadas las medidas de rendimiento adecuadas?
  • ¿Se mide el rendimiento de forma precisa y oportuna?
  • ¿Saben los responsables cómo lo están haciendo y pueden percibir incluso pequeñas mejoras o retrocesos en su rendimiento? ¿Están midiendo su propio rendimiento?
  • ¿Están las mediciones enfocadas a los aspectos críticos?
  • ¿Está en una posición donde puede satisfacer a los empleados y a los clientes, y aun así generar utilidades?

Paso 6: Delegando la estrategia y su ejecución

Delegar no es solo una habilidad importante, es también un indicador clave de si usted está pensando o no como un dueño. Si se tiene a la gente adecuada, con el foco adecuado, y con las mediciones adecuadas, los directivos deben ser capaces de ejecutar las estrategias y los planes de acción por sí mismos.
El dueño tiene, por supuesto, un rol en esto: sus ideas se necesitan par asegurar que sus gerentes se enfoquen en la dirección adecuada. Si bien quiere permanecer accesible y visible a la fuerza de trabajo, no se puede obsesionar con las decisiones de las áreas. Como dueño usted tiene otras responsabilidades. Si no puede resistir la tentación de involucrarse en el día a día de una división o un departamento particular, es mejor que busque a otro para que dirija su compañía. Dirigir un área clave en una organización grande no es un trabajo de tiempo parcial, sea cual sea su experiencia.
La única excepción para esta regla son los negocios pequeños, que piensan seguir siendo pequeños. Aquí que requiere que todos, incluyendo el dueño, usen varios sombreros. Pero eso no funcionará cuando la compañía comience a crecer. Entonces el dueño tiene el rol de proveer la perspectiva global, y eso requiere un esfuerzo de tiempo completo.
Aprender a delegar en una compañía que está creciendo puede ser un problema, sobre todo si el fundador ha jugado un rol clave en la organización. El dueño de una empresa se queja de que las cosas “iban mejor cuándo él las atendía directamente”, y no puede entender por qué las personas que tiene a cargo ahora no pueden hacer las cosas cómo él las hacía. El problema es que ni delegó la responsabilidad en los demás ni creó los sistemas que empoderan a las personas a gestionar esto. A eso se puede sumar que, en algunos puestos, no tiene al personal adecuado. Hay que contratar gente nueva, entrenarlos en lo que él sabe, y delegar la responsabilidad. Hay que establecer mediciones de rendimiento y sistemas de retroalimentación, definir la autoridad y los parámetros de operación, a la vez que se mantiene a esas personas responsables por hacer el trabajo. El proceso de crecimiento puede ser largo, duro y costoso, sobre todo si el fundador no está dispuesto a hacer lo que ahora tiene que hacer.
¿Están delegadas la estrategia y su ejecución a los gerentes claves?
  • ¿Tienen delegada la autoridad adecuada sus gerentes operacionales?
  • ¿Disponen los recursos adecuados?
  • ¿Comprenden realmente las tareas a lograr, los estándares de calidad a aplicar, y las fechas de entrega asociadas a ellos?

Paso 7: Midiendo su progreso al enfocar a resultados

El dueño y su Equipo Gerencial se mantienen enfocados en los resultados al monitorear con los gerentes claves de modo regular el rendimiento actual contra el planeado en los elementos críticos. Eso no significa ignorar los detalles que le llaman la atención. El diablo se esconde en los detalles. Pero no se debe dejar que las cosas pequeñas “se cuelen” y promuevan la atención a los detalles a costa de no observar lo que es relevante. Mantener la mayor parte del tiempo y los recursos enfocados a las cosas importantes que te hacen competitivo: satisfacción de clientes, relaciones con empleados, oportunidades de crecimiento, flujos de caja, y márgenes.
Una empresa tenía ese mismo problema. Su problema principal estaba en la necesidad de conseguir nuevos clientes. Pero su dueño invertía mucho tiempo en reducir los costos y cumplir con la burocracia. Sabía que para tener éxito tenía que buscar nuevos clientes, y que ninguna cantidad de reducción de costos o acciones para cumplir las formalidades le iba a generar esto. La situación se resolvió cuando el dueño delegó los detalles a los supervisores de base y se enfocó él mismo y a su fuerza de ventas en conseguir nuevos clientes.
En muchas empresas ocurre que el dueño  y el GG fallan en mantenerse enfocados a los aspectos que son centrales a su negocio. Una empresa de distribución, que era muy exitosa porque había logrado construir sólidas alianzas con los proveedores, estaba haciendo un buen trabajo en logística, ventas, y gestión del inventario. Pero no lo había hecho bien en estudiar el mercado y obtener retroalimentación del mismo. El éxito obtenido años atrás hizo a su equipo tan complaciente que dejaron de estar en contacto con el usuario final de los productos y fallaron en obtener información sobre las recomendaciones para mejorar los productos. Esta falta de atención les llevó a perder participación en el mercado.
Si se hacen reuniones formales, con horarios definidos y agendas organizadas, se puede mantener a todo el mundo enfocado en cómo sus esfuerzos están generando los resultados deseados. Cuando un gerente tiene que preparar una presentación formal, está obligado a buscar en los detalles para ganar perspectiva de como evaluar el progreso general. Cuando esas sesiones no se programan formalmente, el monitoreo del rendimiento y los ajustes a la estrategia en función de los resultados se atrasan o se ignoran. Este énfasis en enfocar a los resultados parece demasiado básico para ser mencionado. Pero muchas compañías se han ido desplazando sin darse cuenta de la práctica sana de analizar y debatir sus resultados de manera regular. No hay por qué estar aprendiendo de nuevo lo que ya sabemos.
¿Está midiendo su progreso en función de los resultados?
  • ¿Está ayudando a los gerentes a mantenerse sobre la ruta revisando regularmente sus planes y progresos?
  • ¿Cuáles departamentos o divisiones están dentro del marco del plan o cuáles fuera?
  • ¿Las operaciones actuales están en línea con su visión general de la compañía?
  • ¿Tienen los planes la potencia para lograr que el trabajo se haga? Si somos efectivos al ejecutar esos planes, ¿se obtendrán los resultados que esperamos?

Principios Fundamentales del Negocio: Los primeros pasos

LISTA INICIAL:
  • Sin una competencia clave (difícil de copiar) no hay ventaja competitiva sostenible.
  • Sin ventaja competitiva sostenible, no hay utilidades sostenibles.
  • Las organizaciones y las personas con poder de negociación lo usarán para su propia ventaja.
  • Si las barreras de entrada/salida son bajas y los beneficios son altos, se está invitando a la competencia a entrar.
  • Siempre hay amenazas potenciales de sustitución de productos y de nuevos competidores en el mercado.
  • El retorno debe exceder los costos de capital.
  • El rendimiento económico positivo, más y más clientes satisfechos, y la liquidez son las señales de una estrategia exitosa.
  • Prioridades: clientes, empleados, crecimiento, y rentabilidad.
  • No hay tal cosa como una explosión de mercado sin fin.
  • Los recursos se deben enfocar para que sean efectivos.
  • Se gestiona lo que se mide.
  • La gente será como han sido.
  • El negocio debe ser estructurado para tener éxito con personas comunes.
  • Trabajar sobre las cosas correctas, antes de trabajar en hacer las cosas adecuadamente.
  • La mejora continua es una necesidad
  • Hay consecuencias positivas del buen rendimiento, y consecuencias negativas del malo.
  • La gente buena es más importante que los sistemas buenos.
  • La clave para comprometer al trabajador es involucrarlo.
  • La gente se siente mejor consigo mismo cuando rinden mejor.
  • Pensar acerca del propósito verdadero de los recursos es crítico para gestionar dichos recursos.
  • Toda la gestión es personal.

ELEMENTO 2: DOCUMENTAR SU FILOSOFÍA DE GESTIÓN PERSONAL

Para el éxito es necesario dominar los principios de un negocio sólido, pero no es suficiente. Hay que acompañar esto de una filosofía de gestión personal bien pensada. El proceso intencional de analizar sus supuestos personales, visión, y creencias acerca del negocio hará de usted el tipo de líder cuyas operaciones se basan en principios conscientes en lugar de creencias vagamente definidas y hábitos viejos. Como dueño, usted debe ser quien determina la moral, los estándares éticos y códigos de conducta sobre la base de sus creencias personales. Sólo usted decide el propósito de la organización. Al analizar sus propias motivaciones y pasiones, no sólo se conocerá mejor, sino que estará en una posición más efectiva para determinar el rol más efectivo que puede jugar en la compañía. Usted decidirá si su objetivo primario para el negocio es generar utilidades, flujos de caja, proveer empleo, o dar un servicio a la comunidad. Y su filosofía personal de gestión debe guiar sus acciones y sus valores.
Algunos dueños son buenos motivadores, otros buenos vendedores o estrategas, y otros son buenos gerentes. Independiente de dónde se sienta más cómodo o sea más eficiente, todos los dueños necesitan un sentido de urgencia hacia la excelencia y estar alerta contra la complacencia. Debe pensar cuáles son las cosas claves para proveer guía firme y comunicar/vender su visión de una forma que venza la resistencia natural al cambio. Dentro del dominio de la alta gerencia cae definir objetivos claros, modelos operativos consistentes con la estrategia, y fechas de cumplimiento firmes. Un dueño efectivo encuentra líderes dentro de su organización para iniciar los cambios y nombra gerentes para anclar esos cambios en las prácticas cotidianas. Si dirige el paquete o lo facilita desde dentro, debe siempre tener un apego firme a su propio estilo gerencial más efectivo.
El proceso implica también pensar en el rol que sus principales gerentes y otros actores claves deben jugar dentro de la organización. Un análisis efectivo revela sus puntos de vista sobre lo que cree que está funcionando y lo que no, sus creencias sobre la mejor forma de interactuar con los demás, el tipo de gente que le impresiona favorablemente y el que no. Debe mostrar la forma en que le gusta trabajar con los clientes, empleados, accionistas, proveedores, competidores, y pares. Y dar una perspectiva de su ética de trabajo, carácter, expectativas, recompensas, reconocimientos, y juego limpio. En resumen, un análisis a conciencia le ayudará a definir el tipo de gente con el que quiere trabajar y la forma en la que le gusta hacer negocios.
El análisis y desarrollo de su filosofía personal de gestión será más poderoso si lo escribe, de modo que otros puedan verlo. Esto hará la filosofía más concreta y facilitará la selección de personal y estrategias que funcionarán para usted. Además, le ayudará a comunicar y vincular visión, estrategia e implementación. Las compañías exitosas reflejan la ideología y las creencias claves de sus líderes. Al tomarse el tiempo para articular su filosofía personal de negocios ganará mucha paz mental y mejorará el rendimiento de toda la organización.

Una filosofía personal de negocios

Estos son los 10 elementos más importantes de mi filosofía personal de negocios:
  1. La fortaleza del negocio reside en la mente de su gente. Gestione acorde a ello.
  2. Pensar con claridad es la base para la gestión efectiva. Llene a sus compañía con gente que piense bien.
  3. La integridad es un requisito. Operar con veracidad, honestidad y candor.
  4. Involucrarse, percibir, pensar, y adaptar (no necesariamente en ese orden). Enfrente con agresividad los desafíos.
  5. Los clientes y los empleados deben estar satisfechos. Sub-prometa y sobre-cumpla.
  6. Los sistemas son necesarios, pero la gente adecuada son más importantes que los sistemas apropiados (la gente buena crea los sistemas que hacen falta). No tolerar la mediocridad y nunca perder a un buen ejecutor por dinero.
  7. La buena gestión incluye la mejora continua de las cosas adecuadas. Establecer prioridades claras y atacar el estatus quo.
  8. El precio siempre es un tema. Conozca sus costos.
  9. El buen rendimiento es la única base para las políticas de la compañía. Contratar, promover, y dar aumentos solo a los que rinden bien.
  10. La burocracia es un enemigo. Centralizar el papel, pero descentralizar el poder y la gente.
A continuación algunos insumos para elaborar su propia filosofía

SEPA EN QUÉ ES “IGNORANTE”
Es decir, sepa que es lo que no sabe (ignorancia cognitiva). Un problema es cuando usted no sabe lo que no sabe (ignorancia no cognitiva). Lo que causa problemas no es lo que no sabemos, es lo que sabemos y está equivocado. No hay peor error de gestión que no dedicar tiempo a analizar sus propias capacidades y experiencias para determinar dónde su conocimiento es débil y dónde le faltan habilidades.
A veces el éxito genera arrogancia y falso orgullo, lo que conduce a malas decisiones y pérdida de dinero. Es fácil salir de un proyecto exitoso y lanzarse sin miedo al siguiente proyecto. No es malo tener un poco de miedo, especialmente si se enfrenta a algo en lo que no es bueno. Sepa en qué es bueno y hágalo. Sepa cuándo buscar ayuda o coaching para ayudarlo en dónde es “ignorante.”

CONOCE QUIÉN ERES, Y QUIÉN NO, COMO PERSONA Y COMO COMPAÑIA
Exprese esto en forma de valores y políticas. Haga que su filosofía la conozca toda su gente. Esclarecer estas creencias ha sido clave en este caso de éxito.

ELEMENTO 3: ESTABLECIENDO LOS VALORES OPERATIVOS CLAVES

El paso final para desarrollar una filosofía de negocios válida es aplicar sus principios fundamentales de negocio y su filosofía personal de gestión a una oportunidad específica de negocio. El propósito de este paso es convertir lo teórico en práctico. El resultado será desarrollar unos lineamientos operativos útiles – los valores operativos claves- basados en oportunidades y amenazas reales para un negocio real. Para ser efectivos, estos valores operativos claves
Todo negocio opera bajo ciertos valores, sean explícitos o implícitos. La mayoría de los dueños de PYMES nunca han analizado, discutido, ni documentado a totalidad esos valores. Aparentemente, no han aprendido la lección o no ven la necesidad de usar valores operativos bien definidos para definir la forma en que la empresa planea hacer negocios. Cuando son bien pensados, los valores comunican una filosofía, definen la cultura, y crean lineamientos para todos en la organización. Son las formas deseables de comportarse y competir en ese negocio e industria específicos.
Los valores operativos reflejan la visión y estrategia del dueño. Los valores se convierten en la base para los procedimientos operativos individuales. Estos procedimientos se deben especificar para los recursos disponibles, la competencia, el entorno económico, su estilo personal, y su visión del entorno competitivo. La tarea de todo directivo es cómo hacer exitoso su negocio específico y cómo mantener el borde competitivo en su mercado concreto. Todo ello debe estar en el corazón de sus valores operativos.
Los valores se documentan y comparten con todos. Son específicos de esa compañía y tal vez no sean útiles para otra. Son, para ellos, la mejor forma de conducir su negocio. Los valores son variables e individuales, pero dada su importancia crítica se deben definir y declarar.

UNA FILOSOFÍA VÁLIDA DE NEGOCIO = RECETA PARA EL ÉXITO

Las filosofías de negocio y de gestión existen en todas las organizaciones. Algunas son explícitas y otras, no. Se toman a diario decisiones sobre la asignación de los recursos, la tarea de los empleados, que reflejan las verdaderas creencias de la compañía. La pregunta, sin embargo, no es si las decisiones o los recursos están siendo asignados en base a en enfoque particular; sino si el patrón de decisiones y asignaciones está basado en un enfoque válido, o sea, razonado y racional, con el objetivo de satisfacer a los clientes y al logro de los objetivos.
Una sólida filosofía de negocio inspira a la gente buena a buscar y alcanzar agresivamente causas válidas, e incluso, nobles. Al coordinar actividades esenciales es crítico desarrollar un marco de gobierno corporativo que sea capaz de ajustarse a los cambios de mercado.
Muchos dueños y gerentes, especialmente en las PYMES, consideran todo esto muy académico. Van al trabajo a diario, trabajan duro, y dejan que su día vaya según las llamadas y reuniones que van cayendo o están planificadas. Sienten que tienen una visión general del negocio, y creen que pueden tomar buenas decisiones sobre la marcha. Son ante todo, reactivos y en su filosofía la acción es más importante que el análisis. El problema es que esta acción sin la visión es tan dañina como la visión sin acción. Una filosofía válida de negocios puede proveer la confianza que se necesita para seguir su pasión, y esto es lo que produce el éxito.
Es la pasión del dueño por una idea en particular lo que provee la energía para convertir la filosofía en acción. Pueden haber presiones que comprometan esto en pos de resultados de corto plazo. Pueden haber no creyentes que cuestionen la visión. Pueden haber demandas de cambio desde distintos grupos dentro de la compañía. Un buen dueño, con una creencia apasionada en su filosofía personal y de negocios es un factor estabilizador para la compañía y la mantiene enfocada.
Las fuerzas competitivas están permanentemente desafiadas por el entorno de negocios, la tecnología, la logística, las actitudes de los compradores, la acción de la competencia, y las expectativas de los empleados. Las organizaciones están gobernadas por fuerzas de mercado incontrolables, muchas de las cuáles generan inevitablemente patrones predecibles de resultados. Los valores, en combinación con los otros dos elementos primarios de su filosofía de negocios son los principios que guían el establecimiento de políticas, acciones, y su modelo operativo específico. Ayudan a validar la visión.

Una compañía debe estar siempre cambiando y buscando cómo diferenciarse de sus rivales. La única prueba de la validez de la filosofía de negocio es la compañía siempre floreciente, con más y más clienets satisfechos, y un rendimiento económico sostenible. Si no está satisfecho con los resultados que se obtienen, tal vez es hora de revisar la filosofía de negocio. 
Todo esto debería ocurrir como fundamento para elaborar la estrategia de la empresa. 

BUSQUE A LA VÍCTIMA Antes de hablar con el que toma la decisión es bueno investigar un poco la empresa prospecto. Hay que buscar el mejor ...

BUSQUE A LA VÍCTIMA

BUSQUE A LA VÍCTIMA
Antes de hablar con el que toma la decisión es bueno investigar un poco la empresa prospecto. Hay que buscar el mejor punto de entrada para recopilar información que permita identificar los problemas que debe estar padeciendo por no estar aplicando nuestro producto o servicio. 
A veces el punto de entrada está determinado por el puesto de la persona con el que se tiene la relación directa de compra. Pero en una venta compleja, no hay una única persona en un único puesto  con quien hablar: hay más.
Primero, todo vendedor convencional en su industria llama a la misma persona de siempre, de modo que ella tiene práctica en poner barreras y restringir accesos. Incluso, si puede sortear ese obstáculo, su habilidad para diferenciarse de los otros vendedores que ya han pasado por ahí, es muy baja. Esos clientes son típicamente inmunes a las movidas de los vendedores.
Segundo, el comprador típico no es usualmente el mejor punto de entrada. El que compra muchas veces no conoce lo que siente la "víctima" (el que experimenta el impacto del problema). Se ve con frecuencia que el gerente al que el vendedor busca como primer punto de contacto, es el que históricamente ha comprado soluciones similares, y no es quién está experimentando las consecuencias del problema y el impacto de no tener el valor de nuestra solución. Con frecuencia no son la misma persona.
¿A quién llaman en medio de la noche?
Es mejor entrar a la organización por la puerta de la víctima, que suele ser la persona a la que llaman en medio de la noche cuando explota el problema. Es importante encontrar cuál es la víctima  de mayor nivel jerárquico y tratar de hablar con esa persona.
Se trata de entrar por el lado más productivo y menos obvio. Se trata de localizan a aquellas personas que su capacidad para cumplir objetivos está siendo restringida por el problema y su falta de solución. Esos son los que pueden iniciar una reacción en cadena que culmine en la compra. El vendedor hacer más rápida esta reacción identificando e incorporando a las víctimas por toda la organización, especialmente al gerente que está más amenazado.
El concepto de víctima es muy poderoso. Al llamar a los gerentes de las empresas con una solución que reduce las paradas de mantenimiento de 3 a 1 por semestre se tenían muchas "corridas en seco" (presentaciones a gerentes sin que culminen en una decisión de compra). Los gerentes no creían tener el problema o no creían que la solución funcionara. Como la solución sí se había visto funcionar por los gerentes, el problema estaba en que los gerentes no creían tener problemas: tenían presupuestada 3 paradas, y si eso era lo que tenían no había problemas. No entendía que 1 parada es muchísimo mejor. Tenían lo que llamo un dolor normalizado, que existía pero que ya ni les molestaba. Y si el gerente compraba la solución si se veía amenazado su presupuesto, ademas de los riesgos de implementación. Conclusión, no hay venta.

¿Quién tiene el problema porque el gerente de planta no compre la solución? ¿Quién es aquí la víctima? Todas las áreas en donde era aplicable la solución estaban bajo el mando de un Vice Presidente, que estaría más que feliz si las paradas pasaran de 3 a sólo 1. Se contactó a ese vice presidente y en menos de 3 meses se obtuvo la firma del contrato.  
Aprenda a encontrar la víctima. Hable con ella. 

NORMAS DE CONDUCTA PARA SU SEGURIDAD PERSONAL El crimen y la violencia tienen formas variadas. Y, como un virus, siempre están mutando....

NORMAS DE CONDUCTA PARA SU SEGURIDAD PERSONAL

NORMAS DE CONDUCTA PARA SU SEGURIDAD PERSONAL

El crimen y la violencia tienen formas variadas. Y, como un virus, siempre están mutando. Cada nueva mutación "contrarresta" los medios utilizados para combatir las versiones viejas.
A diferencia de un virus, las mutaciones de la violencia son tomadas a conciencia por los criminales para vencer las defensas ante ellos. Esto lo convierte en un problema mucho más difícil de tratar: un virus inteligente que determina cuándo y dónde atacar. 
Eso es lo que hacen los criminales. 
Debido a esta tendencia a mutar, no hay respuestas efectivas tipo "deberías hacer esto y esto otro." Por eso, para lidiar con el peligro de la violencia no sirven listas simplistas de comportamiento (como llevar tus llaves entre los dedos al bajarte del carro). Tales listas casi nunca son efectivas para mantenerte fuera de peligro. 
Y cómo es un problema de pensamiento, necesita medidas de pensamiento. 


Pensando en la mutaciones
Que estemos frente a un problema mutante no implica que no exista una vacuna. 

Si bien ocurren mutaciones, los elementos claves siguen siendo los mismos. Para tratar efectivamente con las mutaciones, hay que conocer primero lo que no cambia. Una vez que se comprenden esos elementos básicos, se puede - en el momento- crear la respuesta efectiva y personalizada a lo que  requiere la situación. Y de tal naturaleza, que si se necesitan más ajustes, los pueda hacer mientras avanza.
No es una tarea tan gigantesca como parece. De hecho, lo practicamos a diario al manejar. Tal vez no nos percatamos, pero este es exactamente el mismo tipo de pensamiento que se tiene mientras se maneja el carro. Manejar consiste básicamente de sólo tres cosas:

    1) Guiar 
    2) Frenar y 
    3) Acelerar

Este es el conjunto de habilidades para manejar. Las mismas se juntan para lograr un cierto resultado a diferentes velocidades. Esto se hace todo el tiempo. En cada segundo su mente calcula, ajusta, y actúa. Todo está allí mientras maneja. Estas habilidades se mezclan y acoplan para hacer algo en un cierto tiempo. 
A veces, si las cosas se complican, tendrá que aplicar las tres habilidades más drásticamente: guiar hacia un lado para evitar un accidente, o si el carro patina, o una llanta explota. Y para resolver ese problema se necesitan habilidades.
El "arte" de manejar es conocer cuando mezclar esas habilidades antes que se desarrolle el problema (como cambiar de senda antes que alguien se meta en tu carril). A diferencia de las maniobras de emergencia, se trata de hacer ajustes menores, más sutiles. Son ajustes diseñados para evitar tener que tomar medidas más drásticas. Mientras más habilidades se tengan, mejores son sus probabilidades, no sólo de evitar un accidente, sino de llegar más rápida, suave, y seguramente a su destino. 
Esta analogía se aplica a la defensa personal. 
Cosas como el entrenamiento en artes marciales, las habilidades sociales, el conocimiento y la alertividad son las habilidades para la defensa personal. La defensa personal es como lo que uno hace para prevenir un accidente cuando algo sale mal. Es más drástica y orientada al control de daños. 
Entonces, está el arte de la seguridad personal. Es hacer cosas pequeñas para prevenir, en primer lugar, que el problema ocurra.
Unamos las dos analogías utilizadas aquí. La seguridad personal es cómo ponerte la vacuna antes que comience la temporada del virus. Esto automáticamente disminuye las probabilidades de que un virus mutante te ataque. La defensa personal es lo que haces cuando tienes el virus y debes luchar contra él. 
En ambos casos, estás tratando con las mutaciones. 

LA VIOLENCIA NO ES LO QUE CREES QUE ES
Una dificultad para hablar sobre la violencia es el hecho que todo el mundo "sabe" lo que es la violencia. La violencia se puede manifestar de muchísimas formas, en muchos grados y niveles. En realidad, la violencia es algo mucho más complejo de lo que se cree.
La violencia es un inmenso continuo, en dónde una situación se puede ir muy rápidamente de control. Muchas personas no se percatan de cuán fácil es, bajo la tensión de emociones intensas, pasar de ser asertivo a ser agresivo. Muchos creen que se "están defendiendo" cuando, de hecho, están atacando. Y al hacerlo, no sólo están empeorando la situación, sino que están siendo violentos. 
La definición de violencia que cada uno tiene es subjetiva. Un comportamiento sólo es considerado "violento"  si excede la zona cómoda de esa persona, o se usa con más efectividad sobre esa persona. O sea, cuando lo usas no es violencia, es violencia sólo cuándo lo usan contra ti y pierdes. Entonces dices que la otra persona actuó violentamente. 
En realidad, una persona se vuelve violenta cuando quiere algo y cree que la única (o la mejor) forma de conseguirlo es mediante la violencia. Y lo que puede querer alguien puede ser externo (como una ganancia), interno (emocional o psicológico), o una mezcla de ambas cosas. Tanto un soldado como un asesino en serie usan la violencia, pero quieren cosas muy diferentes.
Al comprender que la violencia es un medio para lograr un objetivo, se comprende mejor el panorama de posibilidades de la violencia, su naturaleza y cuán extrema puede ser.
Significa que la violencia no siempre tiene que tener una pelea, especialmente una discusión que escala a la violencia física. Se le puede aproximar una persona con la intención racional y consciente de realizar violencia extrema contra usted para lograr sus objetivos. Hasta que no comprenda esto, no podrá asimilar cómo una persona, aunque sea un criminal, puede acercarse y matar a un extraño sin previo aviso ni razón. Puede comenzar a entender por qué es tan importante practicar cómo evitar las situaciones violentas, en lugar de tratar de enfrentar físicamente al criminal. 

LA VIOLENCIA NO SIEMPRE ES UNA PELEA
La mayoría de las peleas que una persona ve o tiene implican muy poca violencia física. La mayoría son extensiones de mostrar amenazas para atemorizar al otro. Por eso, en estas peleas hay muchos gritos, posturas, ofensas, y algo de golpes. 
Pero la violencia puede ocurrir en una magnitud increíble, con mucha rapidez y menos advertencia que cualquier pelea que haya visto. Una situación puede ir de aparentemente normal a mortal en menos de 10 segundos. 
Y aunque esto suena atemorizante (y lo es), no ocurre con frecuencia. La mayoría de los casos de violencia son, en realidad, peleas. Y la inmensa mayoría de las peleas no son letales, aunque pueden ser dolorosas.
El problema mayor es ése porcentaje letal. Es el que te manda a cirugía. Y no se trata de un juego de ganar o perder. Se puede ir a una situación de ego con todo el orgullo y la confianza para descubrir, en un abrir y cerrar de ojos, que tu vida está en peligro.
Y también existe el extremo opuesto: Si vas a cualquier encuentro violento con la actitud de que se trata de algo de vida o muerte, la persona que usará exceso de fuerza vas a ser tú. Y tendrás que responder legalmente por eso.
Y, a menos que seas un observador entrenado, hay muchas probabilidades de que subestimes o sobreestimes la amenaza. Pasa todo el tiempo, especialmente cuando estás molesto, emotivo, temeroso, borracho, o convencido de que la violencia sólo le ocurre a otras personas. 

LAS NORMAS DE CONDUCTA
Suponga que se encuentra en un conflicto que podría volverse violento. La adrenalina fluye, estás temeroso y enojado, y lo único que deseas es que la otra persona se vaya.
En general, lo que hace la gente en esas circunstancias es "desplegar amenazas". Es mostrar al otro que eres demasiado fuerte, malo, peligroso para meterse contigo. Y es una forma de decir al otro "haré esto si no cambias tu comportamiento."
En en este momento donde más se violan las Normas de Conducta siguientes :

NO LO INSULTES
Insultar al otro no ayuda a bajar el gas a la situación. Puedes pensar que estás desplegando una amenaza que intimidará al otro, pero lo estás insultando. Has pasado la línea de ser asertivo a ser agresivo. Y estás invadiendo su espacio. Y ante este insulto, el otro va a reaccionar.
El problema es que al tratar de dominar una situación, muchos no entienden el comportamiento Alfa/Beta. Por tanto, mientras tratan de demostrar cuán inseguros están de atacar, no dejan al atacante otra opción que atacarlos para salvar la cara. 

NO LO DESAFÍES
Tal vez la última palabra más estúpida que se puede decir a alguien que te amenaza con un arma es "¿Qué pretendes con eso? ¿Dispararme?" (Así murió la actriz Nicole du Fresne en Nueva York). Uno cree que jamás diría algo así, pero bajo la influencia de la adrenalina, y tratando desesperadamente de intimidar al otro o de hacerle ver que hablas en serio, sí se suele hacer.
En un estado de emoción, adrenalina y miedo no sólo somos realmente estúpidos, sino que tendemos a pensar "mágicamente": si hago esto, él hará esto. (Por ejemplo: si le demuestro que no le temo, se irá). Pero el otro puede hacer otras muchas cosas, incluyendo atacarte, porque lo has desafiado a actuar. 

NO NIEGES QUE ESTÁ SUCEDIENDO
La violencia es rara. Muchas personas pasan toda la vida sin estar involucrados en una pelea física. Sin embargo, hay gente que tiene un estilo de vida dónde la violencia es común. Este tipo de persona reconoce inmediatamente lo que está ocurriendo y reacciona acorde a ello. Abandonan todas las otras prioridades. 
Pero la mayoría de la gente, que no vive así, tiene una enorme tendencia a negar lo que está ocurriendo. Esto proviene de tres formas: 
  1. Estado de choque y confusión. (Esto no me puede estar ocurriendo a mí)
  2. Creer que el otro no va a reaccionar físicamente a tus palabras o acciones
  3. Tratar de encontrar una forma de evitar el uso de la violencia
Negar lo que está pasando se va a expresar en que te congelas, huyes, o te golpean mientras buscas algún modo de no pelear. Estos comportamientos no hacen más que estimular al otro si está acostumbrado a conseguir lo que quiere de forma violenta. 

DAR AL OTRO UNA SALIDA
Necesitas evaluar lo que piensas que estás haciendo, y hacerlo antes que el otro te ataque. Deja que el otro se vaya con cierto orgullo. Este es uno de los errores más comunes que la gente comete. Lo que es peor es que hasta que esta regla no se viola, la violencia no va a ocurrir. No quiera darle una lección al otro, no quiera decir la última palabra. 
(Nota para las mujeres: Las mujeres tienden a ser más verbalmente viciosas cuando pelean que los hombres. Si una mujer que discute con un hombre ve que éste da la vuelta para salir del conflicto verbal, lo mejor que puede hacer es dejarlo ir y no decir ni una palabra más: el hombre está tratando de no ser violento, no está insultando a la mujer).

LA GENTE VIOLENTA
La gente violenta está atrapada en su mundo, en el que hay mucho narcisismo. Lo que se ve desde fuera es la violencia, pero lo que no se ve es la intensa furia crónica, paranoia, sentimientos de culpa, y otros demonios que esa gente lleva dentro. 
Para este tipo de gente cómo uno "luce" es más importante que la vida misma. Y "lucir" no sólo se refiere a la apariencia física, es cómo parecen a los ojos de los demás. Si las demás personas muestran señales de debilidad, se convierten en sus próximas víctimas. La gente violenta es muy sensibles a los insultos y a "perder la cara." Y peor si hay testigos. 
Por eso, si no le permites a tal persona que salve su cara, si quieres decir la última palabra, no le estás dejando otra opción que atacarte. Para la persona violenta,  atacar es la única opción en este caso.
Esto también se aplica en círculos menos drásticos. A nadie le interesa realmente meterse en algo violento donde pueda perder la vida. Y la verdad es que, la misma reserva se aplica a pelear y arriesgarse a sufrir daños físicos severos. Salvar la cara permite a alguien encontrar una razón para NO pelear. Es un elemento clave para bajar el gas a una situación. Jamás te metas en una pelea por ego: de pronto se puede volver mortal.

REGLAS SIMPLES PERO PROFUNDAS
Estas reglas son universales, se aplican en todas las culturas. Y con ellas están de acuerdo los profesionales del tema. Es buena idea que usted las aplique siempre. 

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EL MODELO DE NEGOCIO EN UN LIENZO Si una empresa "opera," en la práctica funciona alguna suerte de modelo de negocios. Pero tal ...

EL MODELO DE NEGOCIO EN UN LIENZO

EL MODELO DE NEGOCIO EN UN LIENZO

Si una empresa "opera," en la práctica funciona alguna suerte de modelo de negocios. Pero tal vez no es el mejor, ni está completo, o no es compartido en la mente y el accionar de los colaboradores.
Un buen paso de avance, lo mismo para un emprendimiento nuevo que para un negocio establecido es escribir el Modelo de Negocio en un formato práctico, que facilita la comunicación, y que se puede usar como guía para desplegar modelos más específicos para divisiones, sucursales, etc.

CAPTURAR LA IDEA DEL NEGOCIO
La visión del negocio hay que capturarla. Normalmente se han usado para eso los “planes de negocio”, que si bien es un buen ejercicio para un emprendedor, no basta. Es un documento muy rígido, estático, lleno de cifras, que lleva tiempo escribir: no es más que un desperdicio.
Es mejor presentar el modelo de negocio en un lienzo:
PROBLEMA
Los 3 problemas principales
SOLUCIÓN
Las 3 características
PROPUESTA ÚNICA DE VALOR
Mensaje claro y breve de diferenciación
VENTAJA INJUSTA
Que no puede ser copiada o comprada fácilmente
CONSUMIDOR
Segmentos de consumidores
MÉTRICAS
Actividades claves a medir
CANALES
Rutas al consumidor


ESTRUCTURA DE COSTOS
Costos de adquirir clientes
Costos de Distribución
Mano de Obra
Servicios
Etc.
FLUJO DE INGRESOS
Modelo de ingresos.
Tiempo de vida del valor
Ingresos
Márgenes
REFERIDO A LOS PRODUCTOS REFERIDO A LOS MERCADOS


Formato sencillo y de rápida confección. Comunica mejor que un abultado plan de negocios.
TU PRODUCTO NO ES EL PRODUCTO
En el lienzo anterior, la caja del producto es menos de la tercera parte. Muchos sólo se enfocan al producto porque es lo que los apasiona y en lo que son buenos. En realidad, el modelo de negocios es el producto.
Al cliente no le importan tus soluciones. Les interesa resolver sus problemas. Las empresas, sin embargo, parecen no entender esto, y se dedican a buscar problemas que encajen en su solución.
Es muy poderoso reconocer que el modelo es el producto. Ayuda a eliminar la fijación con “mi solución”, para enfocarse a conocer lo que realmente necesita el cliente y cómo poder ayudar a que resuelva esta necesidad.

IDENTIFICAR LA PARTE MÁS RIESGOSA DEL PLAN

Los clientes compran cuando confían que la empresa les puede resolver el problema. Los inversionistas apuestas por la empresa cuando creen que puede construir un modelo de negocio que pueda crecer. En todo negocio hay riesgos. El trabajo real del emprendedor es reducir sistemáticamente los riesgos de su iniciativa.
Para ello hay que atacar primero la parte más riesgosa. No es por coincidencia que, para la mayoría de los productos, la solución no es lo más riesgoso. A menos que se esté tratando de resolver un problema técnico particularmente difícil, lo más probable es que se pueda crear el producto o servicio si se dispone de tiempo, dinero y esfuerzos suficientes.
La parte más riesgosa de cualquier iniciativa es construir algo que nadie quiere.
LAS TRES ETAPAS DE UNA INICIATIVA
  1. ¿Hay un problema que vale la pena resolver? (Ajuste Problema/Solución)
    1. Aclarar esto antes de continuar, y pasar meses invirtiendo recursos en una iniciativa. Las ideas son baratas, pero hacerlas realidad es carísimo.
    2. Un problema que vale la pena resolver debe: ser una necesidad (necesario), por la que se está dispuesto a pagar (viable), y que se puede resolver (factible).
    3. No suponer esto. Usar técnicas de observación y entrevista al consumidor.
  2. ¿Tenemos algo que la gente quiera? (Ajuste Producto/Mercado)
    1. Con un problema que vale la pena resolver se construye la Propuesta Unica de Valor (PUV) y se verifica cuán bien la solución que tiene resuelve el problema. Se averigua si lo que tenemos lo quiere la gente.
    2. Esto se hace usando métricas cualitativas y cuantitativas para medir el ajuste del producto al mercado.
    3. En este nivel se tiene un plan que permite obtener clientes, retenerlos, y que paguen.
  3. ¿Cómo acelerar el crecimiento? (Escala)
    1. Al llegar a este punto hay cierto grado de éxito. El foco pasa al crecimiento del modelo de negocio.
ATENDER PRIMERO EL AJUSTE DEL PRODUCTO AL MERCADO. AFINAR DESPUÉS
Lo primero es ajustar el producto al mercado, lo que influye mucho en la estrategia y la táctica relativa a una iniciativa. Por eso, toda iniciativa se puede dividir en “antes” y “después” de ajustar el producto al mercado.
Antes de ajustar el producto al mercado el esfuerzo está en aprender y reorientar experimentando. Luego, es crecer y optimizar.
Reorientar es cambiar de dirección mientras se está aprendiendo. Es buscar un plan que funcione. La optimización, por otro lado, es acelerar dicho plan.
En los experimentos para reorientar se intentan validar las hipótesis del modelo de negocios para encontrar un plan que funcione. En los experimentos para optimizar se intenta refinar las partes del modelo para acelerar el plan. El objetivo del primero es corregir el curso, y del segundo es más eficiencia o más tamaño.
Esta distinción influye mucho tanto en la estrategia como en la táctica. Antes de ajustar el producto al mercado la iniciativa se organiza para maximizar el aprendizaje. Experimentar con varias propuestas de valor para diferentes segmentos de mercado. Se comienza a aprender más cuándo la probabilidad de lograr el resultado deseado es 50%; esto es, cuándo no sabes qué esperar.
¿DÓNDE ENCAJAN LOS FONDOS EN TODO ESTO?
A veces hay que recurrir a financiamiento externo para una iniciativa. Lo ideal es hacerlo después de ajustar el producto al mercado (aunque tal vez sea necesario hacerlo antes): tanto la empresa como sus inversionistas tienen objetivos alineados relativos a hacer crecer el negocio.
A los inversionistas les interesa la tracción, más que cualquier otra cosa, como medida del vínculo del producto con el mercado.
Muchos emprendedores creen que la fase 1 es escribir un Plan de Negocios y presentarlo a un inversionista. No es la mejor forma de usar el tiempo. Tratar de vender un plan a un inversionista sin ningún nivel de validación es inútil.
Lo primero que se necesita es hacer unas corridas para validar el plan con los consumidores. Es eliminar el desperdicio maximizando los recursos existentes antes de invertir esfuerzos en adquirir recursos nuevos o externos.
El plan se prueba haciendo “experimentos.”

PROBAR SISTEMÁTICAMENTE EL PLAN

El plan se prueba haciendo “experimentos.” Un experimento sigue el ciclo:
. IDEAS > CONSTRUCCIÓN > PRODUCTO> MEDICIÓN>DATOS> APRENDIZAJE> IDEAS...
Este ciclo define la retroalimentación del consumidor que conduce el esfuerzo de aprendizaje. Comienza con ideas que se usan para crear algún artefacto con el propósito de comprobar una hipótesis. Se pone ese artefacto frente al cliente y se “mide” su respuesta usando una combinación de datos cualitativos y cuantitativos. Esos datos sirven para “aprender” cosas específicas que permiten aprobar o rechazar la hipótesis. De este resultado dependen las siguientes acciones.
EL PATRON DE INTERACCIÓN
Lo interesante es correr varios experimentos que conduzcan a un fin común, por ejemplo, validar el ajuste del producto al mercado. Esto sigue una secuencia:
Entender el problema > Definir la solución > Validar cualitativo > Validar cuantitativo               
           (Ajuste de la Solución al Problema)           (Ajuste del Producto al Mercado)
En otras entregas ampliaremos sobre estos conceptos. Por lo pronto, en la siguiente reunión del Equipo Gerencial pregunte: ¿Cuál es nuestro Modelo de Negocio? 
Nota: 
El lienzo que verán a continuación puede ser trabajado en línea en: https://leanstack.com/
La versión en línea tiene un mes de prueba, luego hay que pagar una suma módica para seguir utilizando la herramienta. 



VENTAS: ACLARANDO ALGUNOS CONCEPTOS IMPORTANTES COMPORTAMIENTO Y ÉXITO EN VENTAS La investigación realizada a lo largo de muchos años ...

VENTAS: ACLARANDO ALGUNOS CONCEPTOS IMPORTANTES

VENTAS: ACLARANDO ALGUNOS CONCEPTOS IMPORTANTES

COMPORTAMIENTO Y ÉXITO EN VENTAS
La investigación realizada a lo largo de muchos años por Neil Rackham y su equipo, que fue resumida en su éxito SPIN SELLING, aclaró muchos conceptos, y sirvió para diferenciar definitivamente las ventas "transaccionales" (donde el valor el cliente lo asocia a las características del producto y sus ventajas) a las "consultivas" (donde el valor el cliente lo asocia al conocimiento del vendedor y a los beneficios del producto o servicio para satisfacer necesidades). 

Lo que por años se ha tratado de enseñar a los vendedores (a hablar mucho, detectar señales de compra, a gestionar objeciones, a saber cerrar, y otros) son elementos válidos en la venta transaccional, pero son una receta al desastre para la venta consultiva.

Se gasta muchísimo dinero entrenando a los vendedores en cosas que no son importantes, sino más bien dañinas. Pero esto es difícil de aceptar, sobre todo porque estas técnicas fueron útiles cuando no había tanta diferenciación de productos y marcas, no había tanto desarrollo de los servicios, y el comprador no estaba tan informado como puede estar ahora con Internet.

EL MÉTODO TRADICIONAL VS EL MÉTODO CONSULTIVO
El método tradicional es: llamada/visita de apertura, investigar la necesidad, ofrecer beneficios, gestionar objeciones, y cerrar. Esto funciona bien en la venta transaccional, que se puede cerrar en una sola llamada/visita y que su monto no es grande en dólares.

Una venta consultiva es “grande” en el sentido del cambio que tiene en la percepción y el comportamiento la psicología del consumidor. En este tipo de venta: 
  • El ciclo de ventas puede requerir muchos contactos por varias semanas o meses. Las discusiones más importantes ocurren cuando el vendedor no está presente.
  • Construir el valor percibido es la habilidad principal del vendedor.
  • En la percepción de valor del cliente, el  producto no está separado del vendedor.
  • En la gran venta un error pesa mucho más, y los compradores son más cautelosos.

LA VISITA/CONTACTO DE VENTAS CONSULTIVAS TIENE CUATRO ETAPAS


Hay un cambio en la psicología del cliente, lo que implica habilidades y actuaciones diferentes para el vendedor. Hay cuatro etapas en toda visita de ventas consultivas: 
  1. Preliminares: Eventos de calentamiento que comienzan antes de la venta en serio: presentarse, iniciar la plática, formar la primera impresión. Esta fase tiene menos influencia en el éxito de lo que se pensaba.
  2. Investigar: Encontrar algo haciendo preguntas. Esta es la habilidad principal necesaria.
  3. Demostrar capacidad: El consumidor debe saber que tiene algo que ofrecer que vale la pena.  Se tiene una solución que puede resolver el problema. A veces esto se hace en una presentación formal, o al presentar el producto, o al mostrar beneficios adicionales.
  4. Obtener el compromiso. Es más que un pedido, es hacer que el comprador asista, impulse, apoye. Se van logrando Avances, paso a paso que aumentan el compromiso a la decisión final de ventas. Es aquí que no funcionan los cierres de ventas transaccionales.

No todas las visitas/contactos son iguales, ni en ese orden, pero siempre están presentes las 4 etapas, aunque sea de forma muy rápida.

LA ETAPA MÁS IMPORTANTE

En la venta transaccional la etapa más importante es obtener el compromiso del consumidor, por eso es importante que el vendedor sepa cerrar bien. . Pero en la venta consultiva el éxito depende ante todo de cuan bien se hace la fase de investigación, y eso requiere un vendedor que sepa hacer las preguntas adecuadas
El gran aporte de Rackham es que encontró, por métodos de observación real de miles de casos de éxito, cuáles son las preguntas adecuadas. Resulta que hay un patrón: las preguntas caen en una secuencia llamada SPIN:

  1. Situación: adquirir datos sobre hechos y soporte. No abusar de ellas pues pueden aburrir.
  2. Problemas: Una vez que se tiene suficiente información acerca de la situación del comprador, hay que moverse a otro tipo de pregunta, que exploran el problema, las dificultades, y las áreas de insatisfacción. La gente inexperta no hace suficientes preguntas problema.
  3. Implicación: Averiguan el impacto del problema, sus efectos y consecuencias, para ayudar al cliente a entender la seriedad de su situación. Son muy importantes para establecer el valor.
  4. Necesidad: Es que el consumidor le diga al vendedor los beneficios que su solución ofrece. Los mejores vendedores hacen 10 veces más preguntas de este tipo que el resto.

OBTENER EL COMPROMISO: CERRANDO LA VENTA

Cerrar bien era algo de consenso entre expertos. Hay varios métodos y modelos para cerrar. Pero esto, si bien en útil en la venta transaccional, está muy cuestionado para las ventas consultivas.

¿QUÉ ES CERRAR?

Cerrar es un comportamiento del vendedor que implica o invita a un compromiso, de modo que el comprador responde aceptando o negando el mismo.

Hay un gran consenso en la importancia de saber cerrar; y en consecuencia, se invierte mucho dinero en entrenamiento para cerrar ventas. Pero los resultados no demuestran esto que esto tenga sentido, al menos en la venta consultiva. Es más, el entrenamiento en cierres suele bajar el nivel de ventas. Cerrar pone presión sobre el cliente, y eso afecta su decisión. Mientras más consultiva sea la venta, y más lo que está en juego, peor reacciona el cliente a la presión.

Además, a nadie le gusta que lo presionen para cerrar. Sin embargo; los gerentes siguen enseñando a sus vendedores a hacer cosas que no dan resultados porque siguen creyendo que lo que hacen es efectivo. Esto se refuerza porque cerrar es el único comportamiento que está premiado o reforzado por el pedido. Debido a esto, el vendedor cree que el pedido proviene del cierre. Pero resulta que eso no es cierto. Lo que lleva a la venta es la forma en que se han desarrollado las necesidades del cliente.

Por eso el cierre siempre ha tenido tanta atención: es el comportamiento de ventas más inmediatamente premiado. En los otros pasos no se logra la orden, no se tiene el premio. Si la venta es de bajo valor, de carácter transaccional, y no hay necesidad de crear una relación de largo plazo con el cliente, las técnicas de cierre sí son efectivas.

PERO HAY QUE CERRAR

Sin embargo, incluso en la venta consultiva hay que llegar a un acuerdo. El cliente espera llegar ahí. Si bien hay abuso del cierre ocurre en ciertas ventas de bienes, su ausencia total puede ser un problema en la venta de servicios. Se necesita que el vendedor tenga un rol más activo en obtener el compromiso del cliente.

En resumen, no se deben usar las técnicas convencionales de cierre cuando:
  • La venta es consultiva.
  • Hay una relación de post venta continuada con el comprador.


En estos casos, las técnicas de cierre no son las mejor manera de obtener el compromiso del comprador. ¿Qué hacer entonces? La venta no se cierra sola, hay que hacer algo.


OBTENIENDO EL COMPROMISO CORRECTO

El primer paso para cerrar exitosamente es establecer el objetivo adecuado. el punto de partida para obtener un compromiso es conocer qué nivel de compromiso se requerirá de un cliente para que la interacción sea un éxito. En una venta simple, transaccional, sólo hay dos salidas: Una orden o no hubo venta. Pero cuando la venta es consultiva ya no es así: hay muchas interacciones que quedan “en el medio” durante el proceso de negociación. El progreso hacia el éxito es lento.
En las ventas consultivas es difícil decir  cuando una interacción se ha cerrado correctamente. A veces una decisión por parte del comprador de consultar la propuesta es un avance. Pero esto no ocurre en todos los contactos, y postergar la decisión puede ser una forma delicada de que el cliente esté diciendo NO. Por eso, que el contacto tenga continuidad no es una buena medida de éxito: no siempre se está avanzando a la decisión de comprar.

EL EXITO EN EL CIERRE EN LAS VENTAS CONSULTIVAS


En las ventas consultivas hay cuatro posibles salidas de cada interacción del vendedor con el comprador:
  • Pedido: compromiso firme de comprar.
  • Avance: ocurren eventos que mueven el proceso a una decisión (asistir a demostración, poner al vendedor frente al decisor, corrida de prueba, acceso a nueva información)
  • Continuación: la venta sigue, pero no hay acción específica que mueve hacia delante al cliente (venga el próximo mes, nos vemos pronto, yo le llamo, estaremos en contacto).
  • No venta: cuando el cliente activamente rechaza el compromiso.


El objetivo del vendedor debe ser buscar acción de avanzar o lograr el pedido por parte del cliente , y se juzga el éxito por el avance logrado. Los vendedores exitosos quieren avances o pedidos, no continuaciones. Estos son los que se valoran cómo “buenos cerradores”. Pero su éxito proviene de todo el proceso, no de una habilidad especial para "cerrar."
El gerente debe enseñar a sus vendedores la diferencia entre avanzar y continuar, y ayudarles a no estar satisfechos con objetivos orientados a continuar.

ESTABLECIENDO OBJETIVOS DEL CONTACTO

El secreto para cerrar fuerte en ventas grandes es cuestionarse sin piedad los objetivos. No conformarse con “obtener información”, “crear una buena imagen”, etc. No basta con esto. En el plan de contacto incluir siempre objetivos de acción para el cliente: conseguir una demostración ante el decisor, obtener una reunión con el jefe, hacer una presentación ante el equipo gerencial, etc.
Buscar el avance, no la continuación. 

Sobre este tema continuaremos en próximas entregas.