ENFRENTANDO LA VIOLENCIA ASOCIAL POR QUÉ ESTE BLOG Hace tiempo quiero escribir un blog sobre el tema, si bien no es algo que está e...

ENFRENTANDO LA VIOLENCIA ASOCIAL

ENFRENTANDO LA VIOLENCIA ASOCIAL

POR QUÉ ESTE BLOG


Hace tiempo quiero escribir un blog sobre el tema, si bien no es algo que está en el contenido temático habitual de cada semana. Sin embargo, la persistencia de las alertas rojas, y la posibilidad de un terremoto siempre implican riesgos colaterales de saqueos, asaltos, y descontrol social. Nunca ha sido buena idea confiar en las autoridades para que te defiendan, pues no están para eso, no están disponibles al momento, y cuando llegan, llegan tarde. 
También se han publicado recientemente datos muy preocupantes de mujeres asesinadas en Nicaragua en el primer trimestre de este año ( Datos de Terror y Datos 2014 Nicaragua ). Lo que sigue es útil para todos, incluyendo a las mujeres que viven con la amenaza de la violencia por su pareja o ex-pareja.
Hay gente mala allá afuera y nadie está excluido de ser "blanco" de uno o más sujetos de la más baja calaña. La mayoría de las personas no tiene la menor idea de qué hacer cuando es asaltado criminalmente. Por eso, es mejor estar preparado si alguna vez tiene la desgracia de toparse con este tipo de gente. 
En realidad, la violencia es una herramienta de supervivencia. Es como nadar, una vez que se aprende no se olvida. Es una herramienta simple y útil de vida, que ruegas no tener que usar, pero que si tienes que hacerlo, es mejor saber cómo hacerlo bien. 
No estamos hablando de las "peleas de bar" o "peleas del tránsito", que en general son debido a la estupidez (muchas veces de uno mismo), sino de la violencia súbita, realizada a veces sin ninguna señal previa y donde el objetivo es tu vida, ni siquiera tus pertenencias. Aquí no se trata de "sobrevivir" sino de "ganar." Uno sobrevive lleno de lesiones, incapacidades, pérdida de calidad de vida; uno gana cuándo todo eso le pasa al otro. 

DENTRO DE LA MENTE CRIMINAL

Para enfrentar a los criminales hay que pelear como lo hacen ellos: sin seguir reglas. Ellos saben usar la violencia y no tienen escrúpulos en aplicarla. Una persona bien educada en valores tiene una enorme desventaja al enfrentarse a alguien así. Un delincuente salta en un instante a la violencia máxima; mientras que una persona normal que no se ha condicionado para ello, tiene que vencer muchos obstáculos mentales (educación, valores, normas de conducta aceptadas) para hacer esto y no siempre es capaz de hacerlo. 
Los criminales no andan en cursos de defensa personal, están comprometidos a dañar gente y no sabemos cómo enfrentarlos. Esa es la triste realidad.
Para ganar en un encuentro así no hace falta entrenamiento, sino INTENCIÓN. Es exactamente lo que hacen los criminales, que no pierden tiempo aprendiendo a usar herramientas. 
Un criminal no piensa como el resto de las personas comunes, no tiene ataduras éticas ni sociales. Por eso siguen ganando las peleas, no porque sean más fuertes o más inteligentes. Saben usar la violencia y no tienen trabas para hacerlo. 
Para una persona común, la violencia es el último recurso; pero cuándo se enfrenta a un criminal, es el único recurso realmente válido. Esto implica aprender a usar la violenta sin convertirse en un criminal. Eso permite vencer y proteger a los que dependen de ti. 
Pero no es fácil pasar en un instante de ser alguien apacible, amistoso y educado a ser la parte que golpea, daña e incapacita al otro. Se requiere un condicionamiento mental intenso para tener la voluntad, intención y decisión de actuar sin dudar a la hora en que haga falta hacerlo. La mejor forma es visualizar escenarios de este tipo y sentir lo más vívidamente posible, la impotencia, el coraje y el deseo. Ayuda ver programas como "Sobreviví" y vídeos de violencia, pero prestando atención a cómo actúa el criminal, y también sacando la lección de cómo no ser tan estúpido como la mayoría de las víctimas que aparecen en los programas dedicados a asaltos, violaciones, secuestros, y otras agresiones.
Una vez que está la actitud, hay que aprender como incapacitar a alguien que es una amenaza real en el menos tiempo posible. 

DOS CLASES DE VIOLENCIA

La violencia "antisocial" se basa en el ego, de posturas sociales y ocurre muy frecuentemente. Es a gritos, dramática, y se ve venir. Te puedes ir o bajar el gas con habilidades sociales que todos tenemos. Muchas veces la provocamos nosotros mismos. Si bien es eminentemente no letal, cualquier discusión, por banal que sea, puede subir de tono y convertirse en algo muy serio. Existe algún nivel de comunicación entre las partes (discusión previa, amenazas, empujones, peticiones, etc.)
La violencia "asocial", sin embargo, es otra cosa: es una confrontación de vida o muerte. El que pasa por ello no quiere hablar del asunto y se considera afortunado de estar vivo. No se puede resolver con herramientas sociales. Negociar con un asesino es como discutir con una bala: su ruta no se va a desviar por palabras. La violencia asocial es brutalmente directa: comienza de pronto y sin error. No hay nada limpio allí. Matas o te matan. No hay comunicación alguna. 

ACCIONES ANTE CADA TIPO DE VIOLENCIA

La acción antisocial implica que el otro te amenaza y te pide algo (que te vayas de allí, que te disculpes, que le des dinero o pertenencias), trata de comunicarse. En un acto asocial el delincuente no pierde tiempo en eso. En el primer caso hay una posibilidad de evitar la violencia física (darle o hacer lo que pida, hablar, etc.); en el segundo caso la única opción es ser el único que aplica con éxito la herramienta de la violencia hasta que el otro esté incapacitado y te puedas ir de allí.
No usar jamás la violencia en acciones antisociales. Evitar esto a toda costa, sobre todo estando alerta, saliendo de los lugares al primer signo de alerta, y no dejando que el ego nuble el razonamiento.  No importa "quedar como un cobarde." Recordar que provocar a otro y luego ir a pelear no es "defensa propia." Pueden haber cargos criminales para ambos. 
Si hiciste todo lo posible para evitar el asunto, y aun así escaló a ser muy violento, lo mejor es actuar primero y con máxima intensidad. De todas formas, va a ser necesario explicar tu actuación demostrando que el otro tenía intención de hacerte daño, medios para hacerlo, y oportunidad. Las explicaciones a lo que uno hace bajo tensión no siempre son coherentes y no hay garantías sean creíbles. Además, tendrías que convencer a un jurado de que no pudiste evitarlo ni retirarte de ahí. De cualquier manera, puedes salir muy mal legalmente, con todo lo que eso implica. 
En presencia de violencia asocial, no importan ninguna de estas repercusiones. Y cuando hay que explicar es muy claro que no habían otras opciones. Por suerte, este tipo de encuentros pasa con muy poca frecuencia, si es que pasa, en la vida de una persona. Pero cuando pasa, lo que ocurre es terrible y mortal.

CÓMO ACTUAR

Usar la violencia para resolver una situación antisocial es como tratar de abrir la puerta del carro con dinamita. Hará el trabajo pero traerá enormes problemas asociados. La mejor opción es no estar allí. La segunda mejor opción es tratar de resolver el problema hablando. Hay que leer bien la situación, y al  hacerlo tienes que decidir si estás o no en presencia de una amenaza real. Y si lo decides, pues no hay opciones y realmente tu vida peligra o te pueden hacer daño físico, debes actuar de inmediato y no detenerte hasta que dañar al otro de tal modo que la amenaza deje de serlo. 
No necesitas permiso para actuar con violencia. Cuando la violencia es la opción, no hay nada que decir o preguntar al otro. 
Cuando se requiere actuar con violencia, no importa el tamaño, la corpulencia, ni la agresividad del otro(s), todo depende de ti y de nada más. No importa tampoco si el otro está o no armado. 

NO HAY CORAJE SIN MIEDO

La clave está en comprender esto intelectualmente: en la violencia asocial que ejerce la violencia es el que gana. (En la violencia antisocial NO se ejerce la violencia, a menos que se convierta en asocial). La violencia asocial es visceral, y opera para sobrevivir cuando el intelecto deja de razonar. Es estar dispuesto a llegar a eso para defender tu vida y la de las personas que dependen de ti. Y el entrenamiento que esto requiere es muy diferente al que se enseña en los cursos que habitualmente se ofrecen al público. Lo que hay que saber es sencillo, efectivo, y se aprende enseguida. No todo el mundo está en óptimas condiciones físicas para un combate y, obviamente, practicar física y mentalmente ayuda. Pero ni siquiera la práctica física es esencial, y de hecho, la mayoría de las prácticas que se ofrecen hacen más daño que bien, pues si aprendes a pelear siguiendo reglas, eso es lo que harás bajo stress. La verdadera arma está en la mente, todo lo demás son instrumentos que se pueden usar para una tarea.
La técnica que hay que entender es muy diferente, pero eso es tema de otro blog. Lo realmente difícil es aprender a dejar salir, cuando haga falta, al animal que todos tenemos dentro. 









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