Una empresa debe ser el vivo ejemplo de lo que ofrece a sus clientes. La idea es sencilla: si ni siquiera usas en ti mismo tus propios produ...

SEA EL VIVO EJEMPLO DE LO QUE VENDE

Una empresa debe ser el vivo ejemplo de lo que ofrece a sus clientes. La idea es sencilla: si ni siquiera usas en ti mismo tus propios productos, ¿cómo podrá creer el cliente que valen la pena?
He visto ciertas cosas en Nicaragua verdaderamente sorprendentes, y contradicen completamente la idea anterior. He aquí algunas:
  • Un señor en León se dedicaba a la venta de autos Toyotas … ¡pero manejaba un MAZDA!

  • Una empresa dedicada al mercadeo tiene aun en la puerta principal la calcomanía del organismo internacional que ocupaba anteriormente el lugar. Explicación increíble: no quieren arruinar la lámina polarizada que cubre la puerta.

  • Los vendedores de una empresa de distribución usan los correos electrónicos de su abastecedor que, casualmente, ¡es también su competencia!

  • Las tiendas de una empresa que ofrece equipos de energía alternativa se iluminan con energía convencional. ¿Será más barata a pesar del aumento de combustible?

  • El sitio Web de una empresa, que aparece bien destacado en las costosas tarjetas de presentación, no dice nada. Y el correo electrónico señalado en la tarjeta, obviamente, no funciona. ¡Ah!, y lo que medio se puede ver del sitio Web no tiene ninguna relación con el negocio de la empresa.

  • La despedida usual de la chica de la recepción  a los pacientes dados de alta  de una empresa médica previsional que atendimos era: "¡Esperamos verlo pronto!" Era muy interesante ver la cara con que recibían los pacientes esa "invitación" a regresar.

  • Un señor que fabrica bloques para la construcción en un departamento le orienta a sus empleados que los bloques defectuosos "los vayan colando junto con los bloques buenos que solicitan los clientes". Esto lo saben los empleados y nos lo contaron. La promoción es hasta agotar existencias… de productos malos vendidos a precio de productos buenos. Este empresario piensa que es mejor perder clientes que perder ladrillos.
Todos esos casos, y muchos más que hemos visto, nos indican claramente que no se presta mucha atención a los detalles. Pero como dice el refrán, "el diablo está en los detalles".
Los consultores vemos todo esto y tratamos de ayudar a erradicar estas malas prácticas, después de todo, la consultoría es un negocio en que se ven cosas interesantes. ¿No creen?

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